Pese a las gélidas temperaturas y a la pandemia de coronavirus, los niños de O Salnés no renunciaron a salir a la calle con sus juguetes nuevos como cada 6 de enero. En Vilagarcía, el paseo marítimo fue el lugar elegido por numerosas familias para disfrutar de la mañana de Reyes, sobre todo para las que estrenaban bicicletas, patinetes u otros vehículos similares procedente del lejano Oriente.
También en el centro de la ciudad hubo niños que salieron a estrenar los obsequios de Melchor, Gaspar y Baltasar; y alguno incluso abrió los regalos en la calle. Y es que estas Navidades las restricciones por el COVID impiden que se junten muchas personas en las casas para intercambiar regalos, por lo que algunas prefirieron reunirse al aire libre para mayor seguridad.
La ilusión no entiende de pandemias y Sus Majestades respondieron como era debido al comportamiento ejemplar que los niños de la comarca tuvieron durante este 2020 tan complicado, año en el que estuvieron dos meses encerrados en sus casas y tuvieron que reencontrarse con sus compañeros en las aulas enfundados en mascarillas y evitando el contacto físico para mantener la distancia.