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La Xunta retira el personal de refuerzo de la DomusVi pese a que quedan 12 positivos

Política Social aduce que los trabajadores actuales ya son suficientes tras reincorporarse varios de los que estaban de baja | El comité de empresa y Trega temen otro colapso

Entrada de la residencia DomusVi de Ribadumia. | // IÑAKI ABELLA

La Xunta de Galicia contrató personal para reforzar la plantilla de la residencia DomusVi de Ribadumia al inicio del brote que se ha declarado en el centro, pero estos equipos dejaron de trabajar ayer. La Consellería de Política Social argumenta que en los últimos días se han ido incorporando paulatinamente buena parte de los trabajadores del geriátrico que estaban de baja por coronavirus, razón por la cual la Xunta considera que, “no es necesaria la continuidad de todos los equipos de refuerzo trasladados inicialmente”, indica Política Social a preguntas de FARO.

El departamento que dirige la conselleira Fabiola García añade que aunque se retiren los equipos de refuerzo (ayer fue su último día de trabajo), como se han reincorporado a sus puestos algunos de los trabajadores que estaban de baja, “actualmente están garantizados tanto la calidad asistencial como el cumplimiento de los ratios de personal en la residencia”. Además, la Xunta quiere dejar claro que sigue vigente la intervención pública del centro, pese a la marcha del personal temporal.

El comité de empresa de la DomusVi de Ribadumia y la asociación Trega (Traballadores de Residencias Galegas) difieren completamente de este punto de vista, y temen que se reproduzcan los problemas de falta de personal que, en buena medida, pudieron propiciar la desmesurada violencia que tuvo el brote de finales de octubre. Por ello, el comité de empresa ya ha presentado un escrito a la dirección de DomusVi, demandando la contratación de más gente.

Entre tanto, Sonia Jalda, de Trega, recordó que en la residencia de Ribadumia todavía hay 12 mayores positivos y 11 trabajadores de baja, “y la Xunta se marcha”. “Es una decisión muy precipitada teniendo como tiene la residencia todavía a 11 trabajadores de baja”, prosigue Sonia Jalda.

La representante de Trega advierte de que los positivos por coronavirus permanecen en un pasillo de la residencia reservado en exclusiva para ellos, y que hasta ahora eran atendidos por un personal que no trabajaba en ningún otro lugar del geriátrico. “Eso fue hasta hoy (por ayer), pero a partir de mañana veremos”, se queja Sonia Jalda, que tiene miedo que el personal del pasillo de pacientes con coronavirus se ocupe de otros usuarios, con el riesgo que esto conllevaría de diseminar la infección.

FARO intentó ayer sin éxito conocer la postura de DomusVi en relación a la organización del trabajo de los próximos días.

En otro orden de cosas, el Sergas realizó ayer un nuevo cribado masivo a todo el personal de la residencia. Lo hizo en el propio centro, y los resultados empezarán a conocerse a partir de hoy. En lo que respecta a los otros dos asilos de la comarca, la situación ha mejorado ostensiblemente en ambos, hasta el extremo de que ya solo queda un usuario positivo en el de Cambados.

Vellez Digna: “Se han vulnerado los derechos humanos”

Amnistía Internacional presentó esta semana un informe sobre lo sucedido durante la pandemia en las residencias de Madrid y Cataluña, y llegó a la conclusión de que se vulneraron hasta cinco derechos humanos de los ancianos. El presidente de Vellez Digna, Francisco Bernárdez, afirma que ha sucedido lo mismo en Galicia, “sobre todo en las residencias que no fueron intervenidas”. “Queremos saber por qué algunos usuarios fueron trasladados a centros hospitalarios, y por qué otros quedaron en las residencias, cuando era evidente que estaban muy enfermos”, plantea Bernárdez. “Es necesario que se investigue a fondo lo que sucedió en las residencias gallegas”, añade. El presidente de Vellez Digna asegura que no solo se vulneraron derechos humanos de los usuarios en las dos olas de la pandemia, con el resultado de cientos de muertes en Galicia (en la DomusVi de Ribadumia fallecieron ocho usuarios), sino que sigue ocurriendo en la actualidad. Sobre esto, Bernárdez denuncia que algunos centros todavía prohíben las visitas de familiares, o que solo permiten hacerlas de lunes a viernes o hasta las 17.00 horas, lo que impide a muchos ir a ver a sus mayores. También se queja de que los usuarios que sobrevivieron al COVID, “no están siendo tratados de sus secuelas”.

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