La Axencia Galega de Infraestruturas expone al público durante un mes los mapas estratégicos de ruidos de los grandes ejes viarios de la red autonómica de carreteras. Entre ellos se analizan quince tramos de viales de O Salnés, tanto convencionales como vías de alta capacidad. En relación al anterior estudio realizado por la Xunta para analizar la contaminación acústica en torno a las carreteras de su titularidad (fase 2, hace cinco años), la mayoría de las situadas en la comarca arousana incluidas en ambas fases del trabajo registran ahora mejores índices.
Prueba de ello son los datos de la PO-531 (entre Baión y Pontevedra), la carretera, junto con la Autovía do Salnés, con mayor densidad de tráfico, pues ambas superan los 18.000 vehículos diarios (según el tramo). En la transitada carretera que conecta la comarca saliniense con la capital de la provincia en el anterior estudio se computaban unas 400 personas que soportaban un nivel de ruido por encima de los 70 decibelios, una cifra que en la actual fase se reduce a la mitad. También en niveles inferiores, aunque igualmente considerados perjudiciales para la salud (por el día por encima de 65 dB y por la noche más de 55, según la Organización Mundial de la Salud), los registros son mejores en la actualidad que en 2015. Así, en aquel momento había entorno a la PO-531 unos 400 ciudadanos afectados por el ruido del tráfico rodado con entre 65 y 69 decibelios, una cuantía que se ha reducido en un centenar de personas, según el estudio encargado por la Administración gallega a una empresa especializada.
También mejoran sus índices la PO-300 de Cambados (entre el polígono industrial y el enlace con la vía rápida), la PO-550 (entre la salida de la vía rápida y la zona portuaria de Tragove) o la PO-549 entre Caleiro (Vilanova) y Vilagarcía.
En términos generales, no son demasiadas las viviendas (en comparación con el parque inmobiliario total de la comarca) situadas en las proximidades de los viales autonómicos que están expuestas a ruidos excesivos en el día a día.
Las carreteras con entornos más poblados son, primero la que une Sanxenxo con Poio (PO-308), y después la que conecta Catoira y Vilagarcía (PO-548).
En el primer caso el mapa recoge una población superior a las 1.700 personas que sufren ruidos (a cuatro metros sobre el nivel del suelo) comprendidos entre los 65 y 69 decibelios, una afluencia de gente que varía según la franja horaria. Las más elevadas son las comprendidas entre las 19.00 y las 23.00 horas (identificada con el rango Le), con 2.262 ciudadanos, y entre las 7.00 y las 19.00 horas (Ld), con 2.255 vecinos. Por la noche (23.00 a 7.00 horas) la contaminación acústica se desploma. No obstante, en relación a la anterior fase de estudio, las cifras han mejorado.
En relación a la PO-548, el estudio contabiliza un millar de personas expuestas a ruidos perjudiciales para la salud (por encima de 65 decibelios). El tramo más problemático es de la última hora de la tarde, cuando el tráfico suele ser más intenso. Todos estos resultados son valores totales, incluyendo aglomeraciones.
En el lado opuesto están carreteras como la que conecta Vilanova con A Illa de Arousa, con muy pocas viviendas afectadas. También las inmediaciones de la vía rápida entre Cambados y Vilagarcía (VG 4.3) están poco habitadas.
Otros tramos estudiados en el mapa de ruidos son el de la AG-41 entre Curro (AP-9) y Sanxenxo (VG-4.1), la VG-4.1 entre Sanxenxo (AG-41) y A Lanzada (PO-550), la VG-4.2 entre la AG-41 y Cambados (PO-300), la VG-4.3 entre Cambados y Vilagarcía, la PO-316 entre A Lanzada y O Grove o la PO-504 entre Sanxenxo y la Autovía, entre otros.
