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La paralización del deporte base amenaza la viabilidad de decenas de clubes en la comarca

En fútbol ni siquiera se puede entrenar, lo que está provocando que muchas familias se encuentren a sus hijos frustrados por la situación | Los clubes, sin poder competir, están acusando una fuerte pérdida de volumen

Deportes individuales como el tenis han notado un ligero aumento de practicantes. | // I. ABELLA

El baloncesto solo se puede entrenar con mascarilla y sin contacto. | // I. ABELLA

La situación por la que atraviesa el deporte base a consecuencia del covid ha situado a toda la estructura de clubes en jaque respecto a su viabilidad. Las restricciones han resquebrajado las competiciones de muchos deportes, especialmente los que más licencias disponen como son el fútbol y el baloncesto. Pero a este veto también se han tenido que adaptar especialidades como el balonmano, el taekwondo o el rugby.

Son miles de deportistas los que con edades comprendidas entre los 6 y los 18 años que han visto como sus rutinas de actividad física se han visto totalmente arruinadas. Solo el baloncesto ha sido capaz de mantener sus entrenamientos, aunque en unas condiciones muy limitantes. El protocolo, además de las pertinentes condiciones higiénicas, obliga hasta ahora también a entrenar con mascarilla, en grupos reducidos y sin contacto. De ahí, que las competiciones autonómicas iniciadas hace apenas una semana se hayan tenido que aplazar debido a las nuevas restricciones sanitarias.

Todos estos inconvenientes se están haciendo notar en una reducción del número de deportistas que se han dado de alta esta temporada en los clubes. Juan Rodríguez Espiñeira, director técnico del CLB de baloncesto en Vilagarcía, reconoce que “hemos perdido aproximadamente un 20% de jugadores respecto a los algo más de 400 que teníamos. Las razones son varias, primero el hecho de no poder contar con las instalaciones para que entrenen los más pequeños y el tener que reducir los grupos de trabajo, pero también la incomodidad de las mascarillas y los horarios no facilita nada”.

En el Xuven de Cambados, el inicio de la competición autonómica de base también generó un dilema entre las propias familias. Begoña Casais, presidenta de la entidad, señala que “más o menos mantenemos los mismos jugadores, pero el empezar a competir con mascarilla ha hecho que muchos padres prefiera que su hijo o hija solo entrene y no compita”.

Es en el fútbol donde las consecuencias están siendo mucho peores. Con todas las ligas de base paradas a nivel autonómico y provincial, las familias se están encontrando con un dilema a la hora de ofrecer una alternativa de vida saludable a sus hijos.

Incluso son los propios jóvenes los que no entienden como sí se puede entrenar en pabellones cerrados y no en campos de fútbol al aire libre. En el caso del Juventud de Cambados, con una base para cerca de 250 niños, su coordinador Daniel González apunta que “hay muchos padres muy preocupados porque ven que sus hijos están afectados por no poder jugar al fútbol y preguntan cuando se puede empezar, pero ahora no podemos marcar ningún tipo de fecha porque sería contraproducente”.

También la base del Ribadumia de fútbol está totalmente paralizada. En las instalaciones de A Senra solo tiene cabida por el momento el equipo de Tercera División, lo que deja a más de 150 niños lejos de la posibilidad de hacer su deporte favorito.

Entre medias, también entra en juego la viabilidad de unas entidades que están prácticamente sin ingresos desde el arranque de la pandemia. “Nosotros apenas tenemos ingresos. Bien es cierto que al no entrenar, los entrenadores no están cobrando, pero eso también es un problema importante en muchos casos”, apunta González.

Un club que está también muy preocupado es el Balonmán Arousa. Su responsable deportivo, Javier Luengo, tiene claro que “no hemos podido ni siquiera empezar a entrenar, pese a que hay un protocolo de la Federación Gallega. Notamos que vamos a perder un par de equipos porque ya nos han hecho llegar que en estas condiciones no aceptan continuar. Nosotros primero necesitamos contar con la disposición del ayuntamiento para tener una pista y después poder empezar a entrenar con mucho control, pero las cosas están muy difíciles”.

Volviendo al fútbol, el Arosa es la cantera con más volumen de jugadores superando habitualmente las 300 licencias. Su vicepresidente Rodrigo Lojo sostiene que “todos los días tenemos llamadas de padres y jugadores preguntando si se sabe algo sobre cuando se podrá volver a jugar al fútbol”.

Las disciplinas individuales se ven beneficiadas

Una de las consecuencias derivadas de la imposibilidad de practicar deporte de contacto, es el aumento de deportistas en aquellos clubes que se dedican a disciplinas en las que el contacto es mucho más controlable. El piragüismo es uno de esos deportes en los que el aumento de deportistas en formación se ha visto aumentado. Félix Lamas, presidente del Breogán de O Grove, afirma que “pasamos de 142 licencias el año pasado a tener ahora 158 y todo el aumento se concentra en las categorías más pequeñas, alevines y benjamines”. Con un protocolo estricto y el mayor control a la hora de evitar el contacto físico se ha convertido en una auténtica ventaja para el piragüismo en tiempos covid. De ello también da su confirmación David Baños, presidente del Depornáutic de Vilagarcía. “Estamos notando una llegada de muchos deportistas que vienen de deportes como el baloncesto y el rugby. No es un crecimiento masivo, pero sí es verdad que está viniendo más gente”, asegura.

Unas economías muy castigadas por la inactividad

Los meses de confinamiento también se suman a las consecuencias por las que ahora atraviesa el deporte base. Isidro González, del Atlética Mazí de Vilagarcía apunta que “fueron varios meses en los que no hubo ingresos en muchas empresas. Eso nos está repercutiendo muchísimo a la hora de poder encontrar apoyos privados para nuestro club. Nuestra liquidez está al límite y se hace muy difícil aguantar una temporada entera cuando, además, las subvenciones están retrasándose muchísimo”. Precisamente el atletismo es uno de esos deportes que sí está pudiendo celebrar competiciones, al igual que el tenis. En esta línea, Daniel Otero, del Club O Rial apunta que “estamos teniendo más altas. El tenis se adapta perfectamente a la situación y el poder hacer deporte y además competir es algo que los niños necesitan”.

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