La alcaldesa de Cambados, Fátima Abal, ha anunciado que no interpondrá denuncia contra los tres menores de entre 13 y 15 años que, presuntamente, arrancaron el banco LGTBI y el Amizade (contra el acoso escolar), para arrojar después uno de ellos a un contenedor de la basura, escena que supuestamente ellos mismos grabaron y publicaron en internet. Eso sí, Abal confía en que los jóvenes participen en alguna actividad de sensibilización y que tengan un encuentro con la psicóloga y técnico de Igualdad Mónica Novas.
-La alcaldesa de Cambados ha anunciado que no presentará denuncia contra los tres menores identificados como presuntos autores del ataque a los dos bancos. ¿Hace bien?
-Hace bien, pero sí que convendría hablar con los padres de los chicos. Yo soy más partidaria de que puedan participar en alguna actividad de reeducación que de interponer una denuncia.
-Fátima Abal también ha dicho que le gustaría que usted hablase con las familias. ¿Qué les dirá si ese encuentro llega a producirse?
-Lo primero es conocer la opinión de los padres sobre esta conducta de los chicos y saber en qué medida les han educado en el respeto a la diversidad sexual. En casos como este, estaría muy bien que los menores colaborasen de algún modo con colectivos como Gotas.
-Sin hablar del caso concreto de este fin de semana en Cambados, cuando trascienden episodios similares, a menudo se pone en tela de juicio el papel de los padres. ¿Es justa esa apreciación?
-No. A menudo los propios padres se cuestionan qué han hecho mal para que su hijo haga esas cosas. Entonces empiezan a preguntar por los amigos con los que sale su hijo y por sus valores. Pero no vale de nada echarle la bronca un día y ya está, y a veces los padres tendemos a la relajación. Por poner un ejemplo, en casi todos los colegios de Primaria hay una asociación de padres de alumnos, y sin embargo hay muy pocos institutos de Secundaria con Anpa, cuando sabemos que a partir de los 12 años es una edad muy complicada.
-¿Qué señales pueden percibir los padres en casa que les avisen de que un menor está participando en acciones de vandalismo?
-Si dentro de casa se le permiten expresiones como gordo, marica, mariquita o viejo, o las dicen los padres, no puedes esperar que tu hijo sea una gran persona fuera. En mi casa hay palabras que están prohibidas, como gordo o viejo.
-¿Por qué algunos adolescentes publican en redes sociales sus gamberradas? ¿No son conscientes de que los pueden identificar con facilidad, no perciben lo que hacen como algo malo, o tienen la necesidad compulsiva de llenar Facebook de contenidos?
-Ellos perciben este tipo de acciones como algo gracioso para sus seguidores. Subirlo a las redes es una inconsciencia, pero en estos casos quizás alguien que ejerce como líder considera que es algo gracioso. En Instagram vemos como hay personas que posan cada vez con menos ropa solo para conseguir más visitas y seguidores. Hay casos de adicción a las redes sociales.
-¿Cómo se puede ayudar a un adolescente a resistir la presión del grupo y evitar que haga algo que en realidad no quiere hacer?
-En los institutos trabajamos mucho con dinámicas de grupo, y dramatizamos situaciones en las que los chicos se ven discriminados por el simple hecho de ser rubios o tener los ojos de color castaño. Queremos que desarrollen la empatía para que vean que también a ellos les pueden prohibir entrar en algún lugar determinado, se pueden burlar de ellos o los pueden insultar aunque sean heterosexuales.
-¿Percibe fobia hacia las personas LGTBI en los adolescentes cuando acude a los institutos?
-Ahora un poquito menos. Cuando una persona conoce con nombre y apellidos a alguien del colectivo LGTBI desaparece la discriminación. Por eso ayudan tanto a naturalizar al colectivo eventos como los que organiza Gotas o el Atardecer Solidario de la Quinta de San Amaro. Eventos a los que acudan todo tipo de personas y también los niños.
