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Los buceadores de Vilanova ponen sus ojos en la explotación de la anémona

Consideran que la especie tiene un gran interés comercial y puede ser una opción para dar descanso a otros recursos

Los "navalleiros" de Vilanova llegan a la lonja tras una jornada de trabajo. // Iñaki Abella

Aunque se trata de una especie con poco aprovechamiento gastronómico en Galicia, las anémonas son una auténtica "delicatessen" en el sur de España, uno de los puntos que absorbe la gran mayoría de ejemplares que se extraen en diferentes puntos de la ría de Arousa. Uno de esos puntos podría ser en breve Vilanova, cuyos mariscadores de recursos específicos están a la espera de que Mar les autorice la extracción. Así lo reconocen desde el grupo de navalleiros de la Cofradía de Vilanova, que ven en la anémona no solo un atractivo recurso económico, sino también, la posibilidad de ampliar el descanso a otras especies de las que dependen, como el longueirón o la navaja.

Desde hace tiempo, los navalleiros de Vilanova se han encontrado con compradores interesados en adquirir ese producto lo que les ha llevado a plantearlo a la Cofradía y, por extensión, a la Consellería, que es el ente que tiene la última palabra para que esta especie acabe pasando por la lonja vilanovesa. Conocida como ortiguilla de mar, la anémona se caracteriza por sus colores vivos y sus tentáculos meciéndose al ritmo de la marea cuando está en el fondo del mar, una imagen que cambia de manera sustancial cuando llega a tierra. Sin embargo, es un plato muy recurrente en lugares de Andalucía, donde esta considerada como una auténtica delicia para el paladar.

El salto que pretenden dar los navalleiros de Vilanova a la explotación de las anémonas es un paso que dieron hace dos años con las algas, un recurso que resultó bastante satisfactorio y que quieren continuar explotando, aunque utilizando el compresor en lugar de apnea (descender hasta el fondo a pulmón) que es el método con el que capturan las navajas y el longueirón. Esa apuesta les ha permitido dar un respiro a los recursos específicos más clásicos, evitando la sobreexplotación, además de abrir una nueva vía de venta y comercialización prácticamente impensable cuando comenzaron a trabajar.

Esta última especie es el gran recurso con el que cuentan los buceadores de Vilanova, un producto que, pese a no alcanzar las cotizaciones de la navaja, se está comercializando en estas últimas semanas a un precio medio bastante satisfactorio de 5,50 euros. "La Covid-19 fue un duro golpe para el sector, pero estas semanas han sido de trabajo intenso y de buenos precios, algo que esperamos que continúe", explican.

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