Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Análisis retrospectivo de la situación zoosanitaria entre los años 2000 y 2018

Galicia avala con un estudio del Intecmar el "óptimo estado de salud" del mejillón de batea

El laboratorio, que es una referencia mundial, presenta al Consello da Xunta un detallado informe sobre el cultivo del molusco -Concluye que los tres parásitos que podrían atacar a este "oro negro" no generan efectos negativos

El laboratorio del Intecmar. // Iñaki Abella

El mejillón gallego goza de excelentes condiciones y su salud es inmejorable. Son afirmaciones repetidas hasta la saciedad de forma coloquial que ahora reciben el espaldarazo definitivo de la comunidad científica, pues deja claro que no hay en las rías parásitos que estén amenazando a este molusco o puedan mermar su capacidad reproductiva.

Así lo deja patente el Consello da Xunta, que ayer puso sobre la mesa y avaló un ambicioso informe elaborado entre los años 2000 y 2018 por el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar). Su principal conclusión es que "la salud de los mejillones cultivados en Galicia se mantiene en estado óptimo desde que se dispone de registros de estudios histopatológicos".

Centrándose en ese informe, elaborado desde la red de control zoosanitario del Intecmar, la comunidad científica y la Xunta resaltan que "la mayoría de los organismos que conviven en estrecha relación con los mejillones" y podrían parasitarlos y hacerles daño "no generan consecuencias negativas". Dicho de otro modo, que sus principales enemigos no le están afectando.

Castración

Se refieren a "simbiontes" o parásitos como el protozoo Marteilia refringens, que puede ser letal para el mejillón, pues puede ocupar zonas amplias de su glándula y alterar su proceso digestivo.

Pero también a las larvas de trematodos, que pueden provocar la castración de los individuos parasitados y ocupar progresivamente toda la gónada de los mismos.

Alteraciones

El tercero en discordia es la microalga Coccomyxa sp., que puede llegar a producir granulomas en los órganos afectados del molusco y alteraciones en su crecimiento y sus valvas.

Una vez estudiados minuciosamente por el Intecmar, puede decirse que, en el caso de la primera especie citada, los niveles son insignificantes desde los años ochenta, mientras que la segunda no tiene capacidad de causar efectos a nivel poblacional y, en cuanto a la microalga, aún no llegó a afectar nunca al mejillón de batea y solo lo hizo en un punto de muestreo de mejillón de roca.

Esto es tanto como decir que el "oro negro" de batea está a salvo de los que podrían ser tres de sus principales enemigos, de ahí que la Xunta garantice la "muy buena salud" del producto.

"Los tres parásitos que podrían tener efectos nocivos para el mejillón aparecen en prevalencias bajas, sin efectos a nivel poblacional de la especie", destaca la Consellería do Mar, de la que depende el Intecmar.

Para averiguar todo esto han sido cruciales los puntos fijos de muestreo, situados en diferentes polígonos de bateas y bancos naturales de toda Galicia. Es así como los citados y otros organismos que pueden considerarse una amenaza para el molusco permanecen bajo una estrecha y constante vigilancia a cargo del personal técnico, que aprovechando "la experiencia acumulada en el cultivo y control del mejillón" se encarga de mantener "un exhaustivo seguimiento de la especie".

Al tiempo que da cuenta del "óptimo estado de salud" del mejillón gallego, el Consello da Xunta aprovecha para destacar la trascendencia de disponer en Galicia de un centro como el Intecmar.

Recuerda, por ejemplo, que "inició su actividad en 1992, como Centro de Control do Medio Mariño de Galicia, y fue a mediados de los años 90 cuando empezó la recogida y procesado histológico de muestras de mejillón y ostra plana para el diagnóstico de la presencia de agentes patógenos".

Poco a poco, el centro que ahora dirige Covadonga Salgado fue ampliando el abanico de especies de moluscos bivalvos objeto de controles patológicos, elaborándose los primeros en colaboración con el Centro de Investigaciones Marinas (CIMA) de Vilanova.

Así nacía la red de control oficial que se consolidó en el año 2000, "centrada en los moluscos bivalvos comerciales, como mejillón, ostra, almeja, berberecho y solénidos como la navaja y el longueirón".

Por todo eso, el Intecmar se considera "un centro de salud de primera categoría" para las especies marinas citadas, y muy especialmente para el "oro negro" cultivado en batea.

"Así lo acreditan hechos como ser el primer laboratorio europeo en alcanzar la acreditación para el diagnóstico de agentes patógenos mediante técnicas histopatológicas", destacan en la Xunta.

Sin olvidar que "cuenta con la acreditación de la ENAC en ensayos de control de moluscos como los de contaminantes químicos, análisis de nutrientes en agua de mar, análisis microbiológicos y ensayos de biotoxinas marinas".

En ese último apartado, el de biotoxinas marinas, el Intecmar también dispone de la acreditación del método químico para el control de las toxinas lipofílicas desde el año 2012, tres años antes de que dicho sistema se hiciera obligatorio a instancias de la Unión Europea en todo el continente.

Compartir el artículo

stats