-Su intenso trabajo de campo sigue generando buenos resultados, y no solo por el descubrimiento de una nueva especie, sino también por la investigación que se lleva a cabo en relación con otro hongo que puede ayudar a combatir la plaga del picudo rojo de las palmeras...

-¿Y esto es viable?

-Entiendo que puede serlo; del mismo modo que hay otros hongos que protegen al pino frente a la procesionaria cuando se comen las crisálidas que están bajo tierra. Por tanto, sembrar un monte con estos hongos podría acabar con la oruga. Se trata, simplemente, de coger las esporas y esparcirlas por el monte. Es un mecanismo totalmente natural que podría extrapolarse a la lucha contra el picudo de las palmeras.