Ya en 2014 se escuchaban voces a favor de la creación de este servicio. Inicialmente, la reclamaban el sindicato CIG y pocas organizaciones más, pero a medida que pasaron los años se fueron sumando a la demanda los partidos políticos y los propios Ayuntamientos, hasta que se convirtió en un clamor de toda la comarca. La Xunta alegó durante varios años que O Salnés no cumplía los requisitos exigidos, y que en verano la comarca arousana ya contaba con una medicalizada en el término municipal de Sanxenxo.
Ahora, al fin, O Salnés dispone de un vehículo permanente de traslado sanitario equipado con material específico de emergencias -similar al que existe en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales-, y trabajadores especializados en la respuesta a enfermedades tempodependientes, como los infartos o los ictus, y accidentes graves.
El vehículo es el mismo tipo "cajón" que estaba prestando el servicio desde la base de Sanxenxo los últimos veranos. Pero está previsto que en un periodo máximo de medio año, la empresa ponga en funcionamiento uno nuevo. El director del 061, José Flores, avanza que este estará equipado con los medios más modernos del sector, entre ellos un cardiocomprensor que realiza masajes torácicos de forma automática, lo cual mejorará ostensiblemente la calidad de la atención que reciban los infartados hasta su llegada al hospital.
Con la entrada en funcionamiento de la nueva UCI móvil se reordenará parcialmente el mapa de las emergencias sanitarias. La ambulancia asignada en exclusiva al Hospital do Salnés para los traslados entre hospitales seguirá funcionando, pero para patologías menos graves (rehabilitaciones, diálisis, o altas domiciliarias a personas dependientes o con problemas de movilidad), y está previsto que en el periodo estival se refuerce el servicio comarcal con otro vehículo de soporte básico.