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Fiesta para revivir emociones deportivas

Antiguos árbitros y jugadores de balonmano se reencuentran en el I torneo de Veteranos

Arriba, foto de familia de los participantes en el Torneo; abajo, los árbitros posan en la cancha del polideportivo // FDV

El "I Torneo de Veteranos-Meaño" de balonmano convirtió Meaño en un punto de encuentro para exbalonmanistas y exárbitros. En total, 70 antiguas glorias del balonmano gallego, entre ellos siete colegiados, tres de ellos que pitaran en liga Asobal y cuatro de Primera División.

Cinco fueron los equipos que participaron en la cita, congregando al Bueu, Cañiza, BM Pontevedra, Rasoeiro y Meaño, oficiando el último como anfitrión y organizador. El torneo, que se jugó por sistema de liguilla, se saldó con el triunfo de Bueu -que ya venciera en O Grove en 2018 en el "III Campionato Galego Máster"-, clasificando segundo el Cañiza, y tercero, el Rasoeiro grovense. Sobre el parqué jugadores bien entrados en la cuarentena y, lo que más, algunos llegados a los 53 años, pero que aún mostraban su agilidad en las dos áreas.

Los partidos su sucedieron en horario continuado de mañana y tarde, con un alto al mediodía en que plantillas y árbitros compartieron mesa y mantel en un almuerzo de confraternidad que se celebraba en la parrillada O Compadre, en el propio barrio y al que se desplazaban a pie de forma distendida. Al final, se repartieron trofeos conmemorativos y a la par regalos de lotes de vino Rías Baixas para endulzar el día.

Presencia de Jimeno

El árbitro Miguel Ángel Jimeno, considerado un referente del arbitraje gallego y ex de la liga Asobal, valoraba la experiencia: "Fue la mejor de las vividas como veteranos -apunta-, una organización encomiable y un trato exquisito. Nos juntamos en Dena gente que habíamos dejado el balonmano hace 15 años, cuando nos reencontramos fue como si no hubiese pasado ese tiempo, sino apenas un fin de semana: en la cancha estábamos los de siempre, renovando sensaciones, y nos fuimos con la sensación de que el próximo fin de semana tocaría una nueva jornada". "Resultó maravilloso -agrega- nos reencontrábamos árbitros venidos de Santiago, de Nigrán, de Baiona? Juntos, volvíamos a vestir la indumentaria, a coger el silbato, resultó inolvidable, tanto que luego nos fuimos a cenar juntos, para seguir compartiendo. No cabe otra que animar a Meaño para repetir una convivencia así".

El otrora pivote del Asmubal, Tomás Gehrhardt, artífice de esta iniciativa, reconocía que "fue una jornada fantástica, de reencuentros, que ha hecho que todos estuviésemos a gusto recordando viejos tiempos".

Este sábado una experiencia similar se celebra en Bueu, organizada por el equipo que se impuso en Dena. "¡Uf! -comenta Tomás Gehrhardt en clave de humor-, nosotros no vamos a ir. En Dena fuimos un plantel de 17 jugadores, entrenamos cinco días con mucha ilusión? Pero ahora nos toca recuperarnos, que los años pasan".

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