Encontrar un piso de alquiler en Vilagarcía en buenas condiciones por menos de 400 euros es una misión imposible. El encarecimiento de la vivienda en la capital arousana es una realidad que reconoce el propio sector inmobiliario y que se debe, principalmente, a la escasez de oferta. Esta subida de los precios y también la impronta del alquiler vacacional son las claves de que el Programa de Vivendas Baleiras de la Xunta de Galicia no haya cuajado en la ciudad. Y es que ningún propietario se ha inscrito en este plan autonómico -al que se adhieren los concellos que quieren- destinado a ocupar inmuebles vacíos mediante alquileres sociales.
En el caso de Vilagarcía la renta mensual del Programa de Vivendas Baleiras se ha fijado en un máximo de 300 euros, es decir, muy por debajo del precio de mercado, precisamente para facilitar el acceso a la vivienda a las familias con pocos recursos económicos. A ello hay que sumar las tarifas que se manejan en los pisos de veraneo, pues sus dueños obtienen prácticamente los mismos ingresos por arrendar sus inmuebles durante tres meses que por todo el año. Además los turistas suelen usar poco la vivienda, lo que se traduce en un menor desgaste de la misma.
Ante esta situación, el Concello de Vilagarcía ha solicitado una reunión con el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS), responsable del programa, para reiterar la petición de poder abrir la inscripción a las viviendas que están en manos de los bancos y así poner en marcha este plan de alquiler social en la ciudad que no ha interesado entre los particulares . El encuentro estaba previsto para el pasado mes de junio pero fue aplazado.
