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"O fillo de Manuel", la película costumbrista producida y rodada por el grupo de teatro aficionado de Ribadumia Alecrín está llenando las salas de proyección. Más de un millar de personas han visto ya el filme, que cuenta una historia de amor ambientada en el rural de O Salnés de mediados del siglo pasado, cuando el hambre obligaba a cientos de personas a emigrar.
El productor y director de la cinta, el cambadés José Rodríguez Carro explica que están muy satisfechos con la respuesta del público, hasta el extremo de que ya han llenado los auditorios y casas da cultura de Ribadumia (en esta localidad hubo que organizar dos sesiones, pues para la primera se agotaron las entradas en cuestión de horas), Cambados, Meis y Meaño.
En su opinión, el éxito de la película se debe a que plasma un mundo y una forma de vida muy cercanos a miles de personas. "Al terminar la proyección de Cambados una mujer se acercó a mí para contarme que parte de las cosas que salían en la película las había vivido ella, y en Meaño un hombre dijo al acabar la película que en general apenas se habla de la cultura y de las costumbres del rural, a pesar de que es algo en el que se ve reflejada mucha gente".
El éxito de público de "O fillo de Manuel" parece beber de la misma fuente que otras producciones audiovisuales -principalmente series de la televisión autonómica gallega- que muestran situaciones cotidianas en pequeñas villas o aldeas, y en el marco temporal de la posguerra. En la película de la asociación Alecrín, la trama gira en torno a una pareja de enamorados que tienen que hacer frente a sus respectivas familias, que se oponen a la relación, y sobre quienes planea como una sombra la amenaza de la emigración.
José Rodríguez afirma que "estamos muy contentos, pero no solo porque llenemos los auditorios, sino también porque la gente participa mucho. Son proyecciones interactivas, y al finalizar la película la gente da sus opiniones y nos cuenta cosas sobre aquella vida".
¿Otra película sobre el rural?
La vida en el rural parece tener especialmente fascinado a Rodríguez Carro, un vecino de Vilariño que dedica buena parte de su tiempo a la fotografía profesional, a la pintura y a la recopilación de la pequeña intrahistoria local. Tanto es así que considera que en el rural existe un maná creativo por explotar. "Hace tiempo que pienso en hacer una película con alguna historia real que conozco. 'O fillo de Manuel' es una película de ficción, pero me gustaría hacer algo con una historia basada en hechos reales. Ya lo he hablado con los demás compañeros, pero es algo que está sin decidir porque hacer otra película para nosotros puede ser cuestión de años".
Fruto de esa convicción nació "O fillo de Manuel", proyecto audiovisual en el que Rodríguez Carro y la asociación Alecrín (un colectivo creado hace ya 20 años) decidieron embarcarse, y que les ocupó durante los dos últimos años.
En el rodaje participaron docenas de personas, algunas de ellas de más de 80 años, y se grabaron escenas interiores en casas de Vilariño o San Lourenzo de Nogueira, y exteriores en la iglesia de Leiro o en el entorno de los molinos de la Ruta da Pedra e da Auga. El trabajo les supuso también un importante desembolso económico, que ahora intentan compensar en la medida de lo posible mediante el cobro de una entrada a las proyecciones de entre dos y tres euros.
Próximas proyecciones
El grupo ya ha terminado la primera fase de las proyecciones, centrada en los municipios del interior de la comarca, que es donde se han grabado la práctica totalidad de las escenas de la película.
Pero Alecrín quiere que la cinta prosiga con su recorrido, de ahí que ya se haya puesto en contacto con los ayuntamientos de A Illa y O Grove para conocer su interés en acoger una de las proyecciones. "Hablaremos con todos los ayuntamientos de la comarca", avanza.
Tampoco descarta presentar el trabajo a concursos o festivales audiovisuales. Aunque el mayor premio ya lo tienen: el calor de los aplausos del público y la satisfacción personal del trabajo. Así lo dijo en su día una de las actrices principales, Milagros Pintos. "Fue una experiencia maravillosa".