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El "rey del marisco" vuelve a la mesa · Cuenta atrás para el inicio de la campaña

La flota repasa los miños, con los que se captura más del 70% del centollo gallego

La puesta a punto del material es crucial para iniciar la campaña con garantías - El 61% de los barcos amarran en las Rías Baixas

La flota de enmalle, que utiliza las redes conocidas como miños, pesca más del setenta por ciento del centollo descargado en las lonjas gallegas. Es por ello que este colectivo juega un papel determinante en la campaña que arranca el día 8 en la provincia de Pontevedra, de ahí que a partir de ahora sea el momento de poner los aparejos a punto.

Es cierto que buena parte del sector seguirá a lo suyo, con las artes que tiene actualmente a bordo y centrándose en otras especies prácticamente hasta un par de días antes de que se autorice la pesca del afamado crustáceo. Pero también lo es que muchos empiezan a echar cuentas y a preparar ya sus aparejos, al tiempo que en los restaurantes ya se frotan las manos pensando en incorporar a la carta al "rey de los mariscos".

Los miños juegan un especial protagonismo en Bueu y O Grove, donde hay 69 y 52 barcos, respectivamente, autorizados para su empleo. Como también están presentes en Cangas (40), Cambados (38), A Guarda (25) y A Illa (20 naves).

Cabe recordar que se trata de un arte de enmalle fija al fondo, formada por tres paños de red superpuestos. Es similar al trasmallo, aunque con mayor tamaño y amplitud en sus mallas, siendo la dimensión mínima autorizada para los paños exteriores igual o superior a 500 milímetros, mientras que la del paño central o interior debe ser igual o superior a 90.

La legislación advierte de que cada una de las piezas de red o paños no debe superar los 50 metros de largo, mientras que su altura después de armada, entre trallas o relingas, debe ser inferior a 3 metros.

Cada nave puede emplear varias piezas de miño, pero con limitaciones, en función de sus características. Así las cosas los barcos de tipo I y II están autorizados para largar 2.000 metros, el equivalentes a 40 piezas; los de tipo III pueden llegar a 4.000 metros de miños; los de tipo IV y V tienen permiso para 110 piezas; y las naves tipo VI y VII disponen de permiso para 7.000 metros, equivalentes a 140 piezas.

Cabe recordar, asimismo, que el descanso semanal está comprendido entre las 15 horas del viernes -todos los miños tienen que estar a bordo una hora antes- y las 9 horas del domingo. A partir de ese instante -como sucederá el 8 de noviembre- las embarcaciones pueden salir del puerto para empezar a calar los miños a partir de las 10 horas, aunque no podrán levantarlos antes de las doce de la noche y durante este período los buques deberán regresar al puerto.

Esto quiere decir, como se explicaba ayer, que los primeros centollos no llegarán a lonja hasta la madrugada del lunes.

Junto a las 946 embarcaciones autorizadas en Galicia para el empleo de miños -577 de ellas en las Rías Baixas- hay cuatro con permiso para la raeira -dos en O Grove, una en Rianxo y otra en Muxía-, un arte de enmalle de un solo paño, similar al rasco pero con menor tamaño de las piezas.

La dimensión mínima de malla de la raeira debe ser igual o superior a 280 milímetros, y cada una de las piezas de red o paños que la componen, después de armada, debe tener menos de 50 metros de longitud y una altura máxima entre trallas o relingas de dos metros.

El horario de trabajo de la raeira es igual al de los miños, mientras la otra opción disponible, la nasa de centolla, es exclusivamente diurna, pescando desde las 6 hasta las 16 horas, de lunes a viernes. Deben ser levantadas y llevadas a tierra el fin de semana, una vez cumplido el horario de trabajo del viernes.

Este tipo de nasas está autorizado en 19 embarcaciones gallegas, de las que ocho tienen puerto base en A Illa y dos en O Grove.

Tienen forma cilíndrica o poliédrica y disponen de armazón formado por varillas de hierro, madera o acero, y pueden hacerse tanto sin envoltura de red como con ella. La separación entre esas varillas debe ser superior a 55 milímetros.

La longitud máxima permitida de la nasa es de 600 milímetros y la altura o diámetro máximo, de 450, siendo la boca de entrada en el eje mayor superior a 250 milímetros.

En cuanto a la malla de la nasa de centolla, si el armazón está recubierto con red la dimensión mínima es de 90 milímetros, mientras que si está recubierto de otro material el lado del cuadrado de los huecos debe tener una malla de más de 50 milímetros.

El número de nasas autorizado también difiere en función del tipo de barco empleado. De este modo se permiten 40 nasas por embarcación más 20 por tripulante enrolado a bordo, con un tope de 80 para las embarcaciones tipo I y II, un máximo de 100 para las de tipo III, 120 para las de tipo IV y 140 para los barcos tipo V, VI y VII.

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