Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

San Sadurniño era tres veces mayor cuando estuvo poblado

San Sadurniño fue un poblado amurallado en el pasado. // I. Abella

Los expertos no dejan de descubrir nuevos y sorprendentes detalles del pasado del islote de San Sadurniño. Las últimas hipótesis que baraja Ángel Acuña, que ha realizado numerosas averiguaciones en el lugar, estiman que "hace 500 años el poblado estaba rodeado de un muro de protección que se situaba a unos 20 metros hacia el exterior del espacio actual". Esto lleva a pensar al arqueólogo que "la isla debió medir aproximadamente unos 10.000 metros cuadrados, casi el triple que hoy en día", en donde ocupa una superficie de 3.500 metros cuadrados.

Acuña sostiene que en aquel San Sadurniño de mayores dimensiones "debieron vivir alrededor de 180 personas, a pesar de que en el poblado carecían de agua potable y necesitaban abastecerse desplazándose al continente".

El experto declara además que "hasta el momento yo no he encontrado resto alguno que confirme la presencia de objetos de procedencia fenicio-púnica en San Sadurniño. Sí se han hallado indicios en otros lugares de la ría de Arousa y podría ser que aquí también se descubran algún día, pero todavía no".

Los historiadores calculan que la torre del islote, de la que se conserva la pequeña parte que hace inconfundible a este bien patrimonial cambadés, fue construida por orden del arzobispado de Santiago alrededor del siglo XI de nuestra era. Se trataba de una más de las numerosas torres repartidas por toda la costa sur de la ría y que servían como atalayas de vigilancia para advertir de la presencia de normandos primero y, más tarde, de árabes, que amenazasen los tesoros de Compostela. Para propagar la señal de alarma, los vigilantes encendían fuego en lo alto de cada una de las torres, logrando con ello llamar la atención de sus compañeros situados en las demás (A Lanzada, Torres de Oeste o Cálogo, entre otras), que iban realizando el mismo proceso, tratando de alertar a los defensores de la ciudad santa.

El pasado año, un temporal provocó que se destapasen restos de la presencia humana en San Sadurniño. Tras elaborar un informe de intervención urgente aprobado por Medio Ambiente y Costas, el Concello procedió a cubrirlos con una lámina de geotextil y arena, consolidándolos con una escollera de piedra de medio metro de alto que lo protegiese de la acción del mar. Este año está previsto reforzar la actuación añadiendo tierra para asentar la vegetación.

Compartir el artículo

stats