La esposa del narcotraficante Manuel Charlín Gama, Josefa Pomares Martínez, falleció el pasado fin de semana en un centro hospitalario y recibió sepultura anteayer lunes en el cementerio parroquial de Vilanova de Arousa. Josefa Pomares tenía 77 años, y fue imputada en la operación Repesca, que un juzgado de Vilagarcía instruye contra el histórico clan vilanovés por presunto blanqueo de dinero. Asimismo, Josefa Pomares fue condenada a principios de la década pasada a ocho años de cárcel por blanqueo de capitales.

Josefa Pomares nació en Caleiro (Vilanova) y tuvo seis hijos con Manuel Charlín Gama, considerado el patriarca de uno de los principales grupos del narcotráfico gallego durante las décadas de los 80 y 90 del siglo pasado. La Audiencia Nacional la condenó inicialmente en febrero de 2003 a ocho años de cárcel por un delito de blanqueo de dinero y otro contra la Hacienda, así como al pago de una multa de 192.700 euros.

En la misma sentencia resultaron condenados otros 13 miembros de su familia, entre ellos su marido y una hija de ambos, Josefa Charlín Pomares, considerada la lugarteniente de Gama en los negocios delictivos. La familia vilanovesa esgrimió durante la vista que parte de su espectacular patrimonio se debía a la suerte en los juegos de azar. Pero el tribunal no se creyó este argumento, y llegó a la conclusión de que la familia se dedicó a comprar boletos y participaciones premiadas en diversos juegos entre 1992 y 1995, con lo que el dinero que obtenían tras el cobro de los premios era legal.

A raíz de esa sentencia, el tribunal ordenó el embargo de numerosos bienes, que son los que la Agencia Tributaria lleva un año subastando. Entre ellos se encuentra el pazo de Vista Real, que estaba a nombre de la empresa Vinícola Soutomaior. Josefa Pomares se encargó en persona del acondicionamiento de la finca junto a un nutrido grupo de trabajadoras de la conservera familiar Charpo.

La previsión de la Agencia Tributaria es sacar también a subasta este año las viviendas particulares de la familia, incluida la de Cálago (Vilanova), en la que residió Josefa Pomares hasta hace unos meses en compañía de Manuel Charlín. Josefa Pomares pasó un tiempo en la cárcel y en junio de 2010 ya estaba libre cuando salió su marido, que pasó casi dos décadas en prisión. No obstante, la mujer todavía sufriría un nuevo contratiempo, al ser citada a declarar en el juzgado de Vilagarcía como imputada en la Repesca, una nueva operación de blanqueo.

La salud de Josefa Pomares empeoró en los últimos meses, por lo que su familia optó por ingresarla en el geriátrico de Ribadumia. Pero su estado se resintió aún más recientemente, y fue trasladada a un hospital, donde falleció el domingo.