El Concello de A Illa de Arousa ha presentado alegaciones al proyecto de Directrices de Ordenación del Territorio, que está desarrollando la Xunta de Galicia, para que se incluya la figura de la singularidad a la hora de referirse a su término municipal. En la documentación redactada por los técnicos de la Xunta no se contempla ningún tipo de referencia a la morfología del pequeño ayuntamiento arousano, por eso en el escrito que se ha remitido desde el Concello se hace especial hincapié en el hecho de ser el único municipio insular de Galicia por lo que las directrices que se han diseñado para el resto del territorio no tienen aplicación posible en A Illa a menos que quede afectado la práctica totalidad de sus zonas de expansión urbanística.

La presentación de las alegaciones al documento redactado por la Xunta no es una cuestión baladí. Si la Xunta estima la alegación a un documento tan conceptual como son estas directrices, estaría abriendo la posibilidad a su inclusión en las normativas urbanísticas y de gestión del territorio, como son el caso del Plan de Ordenación do Litoral o el propio Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), acabando con gran parte de los problemas que provoca para A Illa cada vez que se redacta una normativa nueva en la que se restringe el urbanismo en el litoral. En las Directrices de Ordenación del Territorio, el casco urbano de A Illa se contempla como un núcleo tradicional, pero no se hace referencia alguna a las zonas de expansión urbanística, algo que cambiaría considerablemente si se les reconoce la singularidad.

El escrito que se ha remitido a la Xunta como alegación a las Directrices de Ordenación do Litoral también se va a enviar a la Comisión Superior de Urbanismo para que lo tenga en cuenta.

Vieja aspiración

La singularidad es una vieja aspiración del joven Concello de A Illa que viene planteándose desde que se trabajaba en la elaboración del actual Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) aprobado el 14 de febrero de 2002. Los argumentos que esgrimen desde el pequeño municipio arousano para solicitar este reconocimiento especial son muchos, pero el más básico es que leyes como la de los 500 metros o el primer borrador del POL provocaban que el territorio de A Illa quedase totalmente afectado, incluso zonas que estarían catalogadas como suelo urbanizable o apto para urbanizar.

No en vano, A Illa es el único municipio rodeado totalmente por el mar, a lo que hay que unir sus reducidas dimensiones.

Desde todos los grupos políticos y desde los colectivos sociales y económicos del municipio siempre se ha hecho hincapié en que la reclamación de esta singularidad nada tiene que ver con la especulación urbanística.

Sostenibilidad

Más bien todo lo contrario, de lo que se trata es de buscar la sostenibilidad entre el crecimiento de un Concello (es uno de los de mayor crecimiento vegetativo de Galicia) y la riqueza natural que posee el municipio.

Esta unión se escenificó a la hora de cuestionar el borrador del Plan de Ordenación do Litoral, donde todos los grupos y entes sociales estaban de acuerdo en reclamar medidas como la rebaja de la línea de protección de Costas de los 100 a los 20 metros en las zonas más próximas al casco urbano, pero también exigían a la Consellería la adopción de una normativa mucho más restrictiva y protectora en las zonas de influencia del parque de Carreirón o Con do Forno, para preservar la riqueza natural y paisajística de esos entornos. Precisamente con el POL, el Concello está preparando una serie de alegaciones, al entender que el documento pone en peligro, en mayor o menor grado, el desarrollo urbanístico de medio centenar de áreas de reparto. La intención y lo que se reclama a este respecto es que la Xunta tome como punto de partida a la hora de redactar el POL el Plan Xeral de Ordenación Municipal, un documento ya de por si bastante restrictivo.

As Sinas confía en que el Ayuntamiento aproveche el POLpara abrir la vía de la legalización a las viviendas

Tras años de lucha silenciosa contra Costas, en As Sinas, Vilanova de Arousa, se comienza a vislumbrar la luz para poder acabar con los problemas que tienen cerca de un centenar de viviendas. La coordinadora ha comenzado a trabajar con un arquitecto al comprobar que el documento poco les resuelve, es más, incluso extiende la protección ambiental y paisajística mucho más allá de los 100 metros que marca Costas.

Sin embargo, este hecho que parece bastante negativo, puede tener su lado positivo para los vecinos y es que les abre la vía del contencioso administrativo, siempre y cuando el Concello les apoye”.

La clave se encuentra en que el Plan de Ordenación do Litoral reconoce como núcleo rural un pequeño grupo de viviendas, coincidiendo con la norma de 1988. Al reconocerlo es “una base y una oportunidad” para acudir a la vía judicial. Entienden los vecinos que embarcarse una única persona en eso es imposible, en grupo es complicado, pero que puede ser factible si es el Concello el que lidera la iniciativa, demostrando que la mayor parte de As Sinas es zona urbana desde mucho antes de la aprobación de la Ley de Costas. Aunque el Concello todavía no ha movido ficha, “si pelea habría posibilidades serias aunque después la Xunta pueda tener un roce con el Estado, pero si el Concello no apuesta por ello, nosotros lo vamos a tener complicado”. Se trataría, en definitiva, de una gran oportunidad para salvar las casas. As Sinas ya ha perdido varias oportunidades para ser considerada casco urbano. La primera de ellas fue con la redacción de las normas subsidiarias de 1988, cuando se ignoró el peligro que iba a suponer la Ley de Costas y no se incluyó como zona urbana todo ese entorno. En la siguiente redacción de las Normas, en 1995, se volvió a caer en el mismo error , pese a que ya se habían registrado problemas con alguna de las viviendas.

El último error fue en 2004, cuando se realizó el deslinde marítimo terrestre, al que el Concello de Vilanova de Arousa no alegó para reclamar una rebaja de la línea de afectación de Costas, lo que le habría permitido acudir al contencioso, como si hizo A Illa.