La muerte de Beatriz García Fernández mientras practicaba submarinismo deportivo en las inmediaciones del islote Xidoiros de A Illa de Arousa, ha causado una gran indignación entre las personas que se dedican a la práctica de este deporte, que están cansadas de sufrir la presión de muchas embarcaciones de pesca, que llegan a arrojar sus aparejos encima de ellos sin respetar las boyas y las señalizaciones.

Por este motivo, un grupo de buceadores deportivos quiere reunirse con la Consellería de Mar para buscar algún tipo de medida que evite situaciones que se están convirtiendo en demasiado habituales y que han tenido su punto culminante en el fallecimiento de esta vilagarciana. Francisco Ventoso Cardalda, uno de los impulsores de la iniciativa, explicaba ayer que los submarinistas que practican este deporte en la ría de Arousa “llevamos mucho tiempo sufriendo el acoso de determinados marineros, que no respetan las boyas que señalizan nuestra posición y nos arrojan las redes encima sin ningún tipo de precaución, cuando deberían guardar una distancia de 25 metros como mínimo”. Los problemas también son constantes con las numerosas redes que existen en el fondo sin señalizar, una parte de ellas “arrastradas por los temporales, pero también un gran porcentaje arrojadas por los propios marineros sin las pertinentes boyas para que no les sean levantadas por Pesca o robadas por los furtivos”.

Por eso, entienden que, cuanto antes, deberían articularse una serie de medidas sancionadoras para aquellos que no respeten a los buzos. “Solo queremos que se legisle mejor nuestra actividad y se garantice que podemos realizarla con un mínimo de seguridad y no viendo como te pasa una barco por encima o te arrojan los plomos aposta”, indica Ventoso. Incluso uno de los planteamientos que tienen en mente los buceadores profesionales es que se cambien los horarios para arrojar este tipo de artes de pesca, pasando de las 12 a las 16 horas y permitiendo que ambas actividades, buceo deportivo y pesca “puedan convivir en armonía y sin que se vuelvan a registrar situaciones como las del pasado fin de semana”.

Profesionalidad

Desde el sector también rompen una lanza en favor de la profesionalidad de los monitores del Club Buceo Vilagarcía a los que reconocen un importante trabajo y que cumplen siempre con todas las medidas de seguridad, algo que no pudo evitar el fatal accidente que le costó la vida a una de las alumnas. De hecho, los monitores habrían actuado de forma adecuada durante toda la inmersión, con uno de ellos abriendo el paso y el otro cerrando la columna para evitar que los alumnos pudiesen perderse. Cuando se dieron cuenta de la ausencia de Beatriz García, actuaron rápidamente y lograron sacarla del agua todavía con vida, aunque la mujer falleció en su traslado al Xeral Cíes en helicóptero. También se asegura que un barco arrojó sus redes muy cerca de ellos instantes antes de que tuviese lugar el fatal accidente de Beatriz García.