Enrique Cespón Outeda compagina sus consultas en el Servicio de Urología del Hospital Meixoeiro de Vigo con clases magistrales sobre enfermedades de transmisión sexual en institutos de toda la provincia. Ayer le tocó el turno al Castro Alobre, en Vilagarcía, donde resolvió las dudas existentes en torno a este tipo de dolencias.

- En la era de la información y de las nuevas tecnologías, ¿todavía son necesarias charlas de estas características?

- Por desgracia sí. Existen muchos mitos tanto en torno al sida como sobre dolencias que se adquieren por vía sexual. Es cierto que hay muchísima información, y que la gente sabe, pero desconoce al mismo tiempo detalles fundamentales. Yo intento resolverlos tanto en las consultas como en este tipo de conferencias que para eso se hacen.

- ¿Son los jóvenes los más incautos en temas de sexualidad?

- No siempre, pero en la mayoría de los casos sí. La que llamamos inconsciencia juvenil tiene mucho que ver. Los jóvenes de hoy en día conocen lo que es el sida y sus consecuencias, pero no comulgan con la expresión "Es mejor prevenir que lamentar". En general piensan "ya me curaré", amparándose en el hecho de que, aunque no en el caso concreto del VIH, existen vacunas y tratamientos específicos para determinadas dolencias. Y ahí es donde está el fallo y por donde nosotros debemos empezar a educar.

- ¿Qué deben saber los jóvenes sobre este tipo de enfermedades?

- Deben saber lo máximo posible, pero sobre todo cómo prevenirlas. Yo siempre hago hincapié en anticonceptivos como el preservativo. Muchos jóvenes lo usan sólo para evitar embarazos no deseados y no piensan en otro tipo de riesgos que, a la larga, pueden desembocar en enfermedades realmente preocupantes. Algunos han llegado a preguntarme acerca de si este tipo de dolencias pueden contagiarse en un váter y, sin embargo, mantienen relaciones sexuales con personas que ni siquiera conocen y no se preocupan de si estas están sanas o no.

- Hablaba usted de mitos, ¿cuáles son las mentiras más sonadas en torno al sida?

- Es difícil enumerarlas todas. Muchos creen que un seropositivo puede reconocerse fácilmente por su aspecto, mientras que otros incluso me han declarado convencidos que una persona virgen es imposible que pueda padecer sida. Conocen lo básico, pero no han profundizado en detalles como las múltiples formas de transmisión, que no sólo se reducen al acto propiamente sexual.

- De todas formas, la medicina sigue avanzando a pasos agigantados...

- Hemos apostado fuerte por dolencias muy variadas, no sólo por el sida. Ahora acaba de salir la vacuna para prevenir el cáncer de cuello de útero y es un tema por el que muchas chicas me preguntan. Por lo menos existe inquietud entre las nuevas generaciones y ya es un paso para ir eliminando ciertos tabúes.