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Amina, que llegó embarazada al campo, donde dio a luz pocos meses después a una niña. // Carolina Santos

La solidaridad viguesa se siente en Yibuti

El dinero recaudado por Acción Directa Refugiados se invierte en los campos de refugiados yemeníes

En marzo de 2016, Macedonia cerraba su frontera con Grecia, bloqueando la ruta de los Balcanes a miles de refugiados que buscaban entrar en la Unión Europea. A 3.000 kilómetros de allí, un grupo de amigos decidía iniciar una campaña de recaudación de fondos para aportar su granito de arena solidario a la difícil situación de los migrantes.

Nacía así Acción Directa Refugiados, que al contrario que otros proyectos surgidos por las mismas fechas, optó por reunir dinero para invertirlo directamente en el lugar de destino. "Llevamos una idea inicial, porque conocemos los problemas que hay en los campos, pero una vez allí, y tras hablar con otras ONGs, grupos de voluntarios y los propios refugiados, es cuando se toman las decisiones. Las condiciones pueden cambiar de un día para otro y lo que pensabas que iban a necesitar, ahora ya no es un problema pero han surgido otros", explica Iria Rodríguez, integrante del colectivo.

En la primera "acción directa", uno de los miembros de la ya constituida como asociación visitó los campos de la frontera entre Macedonia y Grecia, donde entregó el dinero (unos 5.000 euros) a voluntarios independientes para que pudieran llevar a cabo sus proyectos.

Llegado el verano, y tras otra campaña para reunir fondos, Iria se fue a Salónica. Allí compraron comida y material educativo y contrataron un camión para dragar agua, uno de los problemas más acuciantes del campo.

Enterados de la situación de los refugiados yemeníes -"están casi olvidados por la prensa y viven en unas condiciones muy precarias", apostilla la joven-, pusieron en marcha un nuevo proyecto que los llevó al campamento de Markazi, en Yibuti, donde viven alrededor de 1.500 personas, de las que casi medio millar son niños. "ACNUR les suministra comida seca para que les aguante durante semanas. Nosotros les preguntamos qué necesitaban y les llevamos un camión de comida fresca, con verduras, hortalizas, etc. e invertimos también en material escolar", explica.

La última "acción directa" ha tenido lugar este mismo mes de mayo. El escritor y traductor Moncho Iglesias Míguez vuelve esta semana de Yibuti, donde además de invertir el dinero recaudado, ha estado impartiendo clase a los niños del campo y formación a los voluntarios, también refugiados, encargados de la escuela.

Exposición en A Coruña

En total, la asociación ha recaudado e invertido unos 15.000 euros en el último año, creando una red cada vez más amplia de colaboradores y donantes. En su tercera "acción directa", la primera en Yibuti, a Begoña López e Iria Rodríguez, las dos integrantes de la asociación que viajaron al campo de refugiados, se les unió la fotógrafa asturiana Carolina Santos.

Las imágenes que captó, reunidas bajo el título de "Markazi", se encuentran expuestas en Oviedo desde el 20 de mayo. Desde allí, viajarán a A Coruña el próximo 17 de junio, donde se mostrarán en la Agrupación Cultural Alexandre Bóveda, dentro de la iniciativa ciudadana "Acampa. Por la paz y el derecho al refugio".

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