El vigués hará todo un viaje en el tiempo a través de la música celta en su concierto de mañana en Afundación. Pero lo hará con una pena presente, no contar con una fecha para interpretar las cantigas de Martín Códax en su ciudad.
-¿Qué balance hace de este 2017 a nivel profesional?
-Volvemos casi a repetir el número mágico, cien conciertos, prácticamente llevamos ese ritmo desde hace veinte años. Hicimos gira por América, por Europa y ahora por España. La gira por Estados Unidos fue de costa a costa. Estuvimos por Nueva York, la costa este hasta llegar a California y mucho por el interior.
-¿Qué tal fue la acogida en EE UU?
-Pasaron cosas súper interesantes y nos llevamos grandes sorpresas. En Toronto, ya cuando subíamos por la zona de Canadá, vino un coro de niños cantando cantigas en un galego perfecto. Después, en Seattle, nos aparecen unas niñas tocando unas fídulas (los violines medievales que aparecen en el Pórtico de la Gloria)... Nos quedamos impresionados porque con catorce años eran unas virtuosas. Me encanta ir a tocar allí porque veo que les fascinan cosas que aquí no les damos importancia.
-¿Ha podido visitar el Pergamino Vindel desde que está en Vigo?
-Tuve la oportunidad de estudiarlo hace años en la Morgan de Nueva York. Soy seguidor de las cantigas, las llevo estudiando veinte años y las amo con toda mi alma. Me parecen maravillosas. Este año dimos un concierto en París con Jordi Savall en la sala Gaveau y la mañana siguiente me citó uno de los grandes especialistas de la música medieval del mundo, Benjamin Bagby, que se llevó una grandísima alegría al saber que el Vindel estaba en Vigo porque no se había enterado. Me dijo que las cantigas de Martín Códax, las de Vigo, son para los medievalistas un canon universal de la misma forma que las Cuatro Estaciones de Vivaldi son un canon para los de la música barroca.
-Es una gran oportunidad para los vigueses tenerlo de vuelta.
-En esta gira dimos un concierto en Dublín en el que el National Concert Hall me propuso organizar una noche de pipers ( gaiteiros) de todo el Atlántico e invitamos a una chica de veinte años, Brighde Chaimbeul, que se viene al concierto de Vigo. Es escocesa, una virtuosa de la gaita, y tiene a toda la maquinaria del Estado detrás, apoyándola. Hace unas semanas que Irlanda consiguió que la UNESCO le diera la categoría de Patrimonio Inmaterial a su gaita, que ni siquiera es su símbolo (es el arpa). Y tengo una pena encima... porque por una parte, toda mi felicitación a la Universidad de Vigo por haber conseguido traer el Pergamino, pero ahí tenía que estar el Concello, la Diputación, el Gobierno de España... ¿Qué pasa? ¿Es un problema de partidos políticos? Yo creo que no. Creo que es un problema de sensibilidad.
-En el concierto de la Catedral de Santiago pudo interpretar las cantigas.
-Allí estaban todas las sensibilidades políticas y me pareció una oportunidad única para interpretar todas las cantigas ya que era un concierto en la Catedral con Jordi Savall, los instrumentos del Pórtico de la Gloria y todos los profesionales internacionales que nos acompañaban. Recluté a todos los que pude, vino hasta Dulce Pontes. Y me pregunto, ¿qué pasa? Hay que aprender a trabajar en equipo.
-¿Qué cree que pasa entonces con Martín Códax?
-Seguramente los artistas más universales que tiene Galicia son Rosalía de Castro, Mestre Mateo y Martín Códax. Si no somos capaces de que se unan con Martín Códax, mal vamos. Mi mensaje de Navidad es: espabilemos. En Irlanda y Escocia chove máis que en Galicia y lo están haciendo mejor. Se están perdiendo oportunidades impagables. ¿Cómo es posible que yo esté llenando teatros por el mundo utilizando la marca de música celta? Es la marca que vende, ¿y qué hacemos nosotros vendiéndoles dinosaurios a los turistas en un país donde nunca hubo dinosaurios? Si no cuidamos de lo nuestro, estamos viendo como otros lo están haciendo mejor y se están apropiando de ello.
-¿Cómo afronta la cita en Vigo?
-Nos importa mucho. El grupo se pone hasta nervioso por tocar en casa. Vamos a contar con jóvenes a los que estamos apoyando. Será como un viaje no solo por los sonidos de los Celtas de hace tres mil años, sino por todas las etapas de la música celta. También tocaremos algunos instrumentos del Pórtico de la Gloria.
-¿Para cuándo las cantigas en Vigo?
-Hace muchos años que propuse hacer algo en Vigo con las cantigas, a lo grande. Lo único que se me ocurre es hacer como en Santiago, tirar de mi agenda y traer a todos mis amigos cantantes del mundo y que hagamos un concierto benéfico. No sé, llevo años intentando convencer a las instituciones... Las cantigas son extremadamente difíciles de interpretar, necesitan de grandísimas voces internacionales.
