Entre las semanas de la moda que proliferan por el mundo en estas fechas, incluida la de Madrid, la de Nueva York es la más fresca y también la que mejor aporta las claves de lo que se llevará en la calle, en este caso en el verano de 2018.
América marca la pauta y Europa mantiene el prestigio. Así es desde hace años y puede comprobarse al echar un vistazo a las propuestas de los grandes almacenes estadounidenses. A los pocos meses las propuestas se reproducen al otro lado del charco. En esta ocasión la pasarela de la Gran Manzana, cuya gran novedad fue la inclusión de tallas grandes que hasta ahora apenas habían tenido hueco en las "fashion weeks", ha presentado ropa dominada por el espíritu romántico que tal vez trata de cambiar los tiempos convulsos que vive el planeta.
Vestidos blancos de algodón por debajo de la rodilla, como los de Shaina Mote; conjuntos de gasa y camisas amplias, en el caso de Chloé y Carolina Herrera, son algunas de las pautas para triunfar en los próximos meses de calor, que sin duda llegarán, aunque ahora, en pleno final del verano, parezcan algo muy lejano.
Alexander Wang se consolidó como rey de la moda neoyorquina, con un desfile en la calle, en el que a las maniquíes se bajaron de un autobús negro como si fueran estrellas de rock. Los raperos Asap Ferg, Vince Staples, Cardi B y Ashanti, favoritos de Wang, pusieron la banda sonora a una noche bastante loca. Y como protagonistas, unos modelos hechos para trotar por la dureza del asfalto, repleta de pantalones y tejanos con cinturones que en realidad son mangas. Las sudaderas van unidas a medios tops de tirantes y las chaquetas también se cortan por encima de la cintura. Si otra cosa ha quedado clara tras analizar los desfiles es que el tejido militar en todas sus declinaciones mantendrá el protagonismo en los próximos meses. Quienes hayan aprovechado las rebajas para hacerse con prendas de este tipo han acertado de pleno. Por cierto, quien piense en cortarse el pelo que siga adelante con el plan. Ya saben, quien da primero...
