Si has probado un simulador de videoconsola de última generación, sin duda te habrá impresionado su realismo. Pero la calidad 'gráfica' y 'física' es sólo una parte. Para acercarte a una experiencia casi real, es necesario disponer de un buen equipo: un volante con su pedalera y un asiento adecuado. Veamos cómo elegir la mejor opción.

Con el paso de los años, hemos pasado de videojuegos sencillos, que servían de mero entretenimiento para un público general, a simuladores que buscan satisfacer las máximas exigencias de jugadores cada vez más experimentados, con un nivel de conducción cercano al de auténticos pilotos. El grado de realismo es tal que, para jugar, no sirve un simple mando de botones o un joystick. Y tampoco un volante cualquiera.

De forma que, si quieres sacarle el máximo partido a tu videojuego de conducción, además de un buen monitor, necesitarás un equipo de calidad: un volante, una pedalera, un asiento y, como remate, una estructura en la que se puedan...

Pincha aquí para seguir leyendo la noticia