Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una investigación genética entre España y Reino Unido

Científicos gallegos ayudan a entender cómo envejecemos a través de los genes

Descubren la influencia del ADN heredado de las madres en el desarrollo del párkinson y el alzhéimer - Con este hallazgo se podrá mejorar la calidad de vida en la senectud

Los investigadores gallegos Beatriz Sobrino, Raquel Cruz, Ana Latorre y Ángel Carracedo. // USC

Un estudio liderado por José Antonio Enríquez del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y cuya primera autora es Ana Latorre Pellicer, investigadora de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), publicado por la revista Nature aporta luz sobre la forma distinta en la que envejece cada individuo. Los hallazgos, que ahora empezarán a estudiarse en humanos en Galicia, permiten entender mejor las diferencia fisiológicas de cada persona y ayudarán en la investigación de enfermedades vinculadas al paso de los años.

Científicos de la USC, la Fundación Pública Galega de Medicina Xenómica, el CNIC de Madrid, la Universidad de Zaragoza y el Medical Research Council de Reino Unido prueban que las diferencias del ADN mitocondrial, la parte del genoma que se hereda de las madres, tienen una repercusión directa en el ritmo con el que envejecemos.

"El estudio de esta parte del ADN nos ayuda a entender la genética de las enfermedades complejas y del envejecimiento porque hasta ahora solo hablábamos del genoma nuclear -la parte del ADN que se encuentra en el núcleo de las células-. Hasta ahora se sospechaba que las diferencias entre cada individuo de ese pequeño genoma, el de los 37 genes que se encuentran en las mitocondrias, podía tener consecuencias en el desarrollo de enfermedades y del envejecimiento, pero apenas se había explorado cual era exactamente su papel", explica la primera firmante del estudio, Ana Latorre, del Grupo de Medicina Xenómica que lidera el catedrático de la USC Ángel Carracedo.

Los investigadores demuestran que las variantes no patológicas de ese ADN mitocondrial tienen un impacto en el metabolismo y en la calidad de vida de las personas. "La clave ha sido entender cómo la combinación e interacción de nuestros dos genomas, el nuclear y el mitocondrial, desencadena una adaptación celular que tendrá repercusiones a lo largo de toda nuestra vida", afirma la investigadora.

A raíz de este hallazgo se podrá mejorar la calidad de vida de las personas mientras envejecen ya que se establecen nuevas dianas a las que dirigir tratamientos. Además, como explica Latorre, los datos recogidos en el laboratorio abren la puerta a comprender mejor enfermedades genéticamente complejas como el párkinson, el alzhéimer y la diabetes, e incluso la predisposición de algunas personas a desarrollar tumores. "No hablamos de aumentar la esperanza de vida sino la calidad", apunta la experta.

La investigación ha pasado una fase de laboratorio y se ha comprobado que al modificar el ADN mitocondrial de los ratones, su calidad de vida durante la senectud mejoraba. Constataron que al cambiar esa pequeña parte del genoma de los ratones se desencadenaron una serie de mecanismos adaptativos celulares en los animales jóvenes que permitieron un envejecimiento más saludable.

"Si somos capaces de explicar biológicamente los factores que nos permitan envejecer eludiendo las patologías asociadas a la edad, podremos mantener una salud duradera durante el envejecimiento", sostiene la científica.

En un futuro, esta investigación podrá aplicarse a la medicina ya que ayudará a determinar qué cambios en el modo de vida pueden ser adecuados para unas personas o irrelevantes para otras en función de cómo su mitocondria modula el metabolismo. Por ejemplo, explica Latorre, puede ayudar a determinar por qué un mismo fármaco causa beneficios a unos individuos sin apenas efectos secundarios, mientras que es desaconsejable para otros.

El grupo liderado por Ángel Carracedo, en el que Latorre participa desde hace año y medio, se centrará en la traslación al ámbito clínico de este conocimiento y en el estudio en humanos desde el Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas de Santiago.

Compartir el artículo

stats