Malala Yousafzai, premio Nobel de la Paz en 2014 y militante a favor de los derechos de las mujeres, retornó ayer con gran emoción a su país natal, Pakistán, por primera vez desde que sobreviviera allí a un atentado, en 2012.

"Estoy muy feliz. Aún no puedo llegar a creer que estoy aquí" declaró Malala, muy emocionada, en un discurso pronunciado en la residencia del primer ministro Shahid Khaqan Abbasi en Islamabad, horas después de su llegada, que sorprendió al país.

"En estos últimos cinco años siempre he soñado con poder retornar a mi país" dijo la joven, de 20 años.

"Estamos realmente encantados que nuestra joven, que tanto ha hecho por el nombre de Pakistán, esté de vuelta a casa" declaró, por su lado, Abbasi. "Todo el mundo le ha expresado su respeto, y aquí también es merecedora de un respeto absoluto".

La joven pasó por el aeropuerto internacional de Islamabad con una importante escolta policial, según fotos difundidas por la televisión local.

Se ignora si Malala prevé viajar a su distrito natal de Shangla, o a la ciudad de Mingora, donde se produjo el atentado, ambos situados en el valle de Swat (noroeste).

La activista sobrevivió en 2012 a un intento de asesinato por parte de talibanes paquistaníes cuando regresaba a su casa después de la escuela. Tras haber sido operada en Inglaterra, donde reside desde entonces, se convirtió en una defensora del derecho a la educación para los niños.