La edición número 50 del Festival de Cine de Sitges fue clausurada ayer con un cuento gótico de horror que de forma alegórica conectaba con la independencia de Irlanda. El filme fue "The Lodgers", firmado por el director Brian O'Malley. El realizador compareció en la villa catalana con la actriz protagonista, la madrileña afincada en Sitges Charlotte Vega, y los productores.

La historia presenta a dos gemelos a principios del siglo XX en el rural irlandés, perseguidos por una maldición ancestral avivada por la decadente casa familiar.

Las miradas se fijaron en esta película, pero también en el espectáculo de La Fura dels Baus y en el palmarés, donde se encontraban dos gallegos. No obstante, el galardón a la mejor película fue para "Jupiter's Moon", del húngaro Kornél Mundruczó. La cinta trata el drama del éxodo sirio con un refugiado abatido a tiros en la frontera entre Serbia y Hungría que descubre su capacidad para volar.

Entre los casi 40 premios y distinciones del festival, figuran la mención especial del Premio Sgae Nueva Autoría para Cristina Caamaño por su corto documental "La fuga de los 45" , que se pudo ver en el Play Doc además del Festival de Málaga. La obra -que suma imágenes de ilustración animada y reales de hemeroteca- la firma una joven realizadora coruñesa que da voz a José Antúnez Becerra al recordar la fuga masiva de 45 presos de la Cárcel Modelo de Barcelona en el año 1978.

Otra obra de autoría gallega premiada en Sitges en esta edición ha sido "Cuerno de hueso", de Adrián López -quien años atrás firmó el 'loco' e irreverente filme "Estirpe"-. Este cortometraje de ficción relata cómo un chico, Rober, tras recibir una durísima paliza en el monte piensa que es rescatado por una extraña joven. Él aceptará ser guiado a otro lugar para ponerse a salvo pero donde le espera más sufrimiento.