A este paso, la familia Lecquio-Obregón-De L'Atte va a acabar como los Preysler, Ortega, Pantoja, etc. Disputándose el mejor perfil. Los chicos del conde han irrumpido, casi al unísono, en la ventana pública, esto es, el cuché y las redes sociales. El mayor se exhibe casi en cueros, cráneo rapado y tableta de chocolate. Papá le dice a Ana Rosa que no hay motivo de alarma, que lo suyo es genético, natural como lo de Aznar, que tomará proteínas y hará mucha elíptica. El pequeño, un dechado de titulaciones y emprendimiento para orgullo de mamá, se ha metido en los posados y demás. alguien le pregunta, con muy mala baba todo sea dicho, al primo frívolo del rey "¿Qué habría hecho si le sale un hijo como Kiko Rivera, me refiero tanto al apartado académico como amoroso?" Y dice él (el mismo que mostró, previa manipulación, sus borbones, y se retrató con una modelo de postín en la cama) que su niño no se mete en líos, recibe muy buena educación, está preparado para la vida y es un hijo diez, amén de estar emparentado, como se ha dicho, con la dinastía, para acabar con una sentencia demoledora: "Ni Clemente ni Alex podrían haber sido nunca como Kiko". ¿Pinchadiscos? ¿terror de las nenas? ¿Hijos de rea?
