Si de los rasgos que caracterizan la estética "hipster" nos quedamos con la afición a los objetos "vintage" y prendas artesanales de lana, las barbas cuidadas, el café, los paisajes invernales y puros, entonces "Rams" es una de las películas más hipster que se han filmado, admitiendo que falla en subrayar lo urbano. Tampoco es de extrañar procediendo de otra meca para esa subcultura, Islandia, un país cuya naturaleza está a medio construir y cuyos habitantes cabrían un poco apretados en una ciudad como Vigo.
"Rams" es una película pequeña (pero concentrada), intimista y preciosa que reflexiona sobre las relaciones entre individuos (dos hermanos que no se hablan) y de estos con un entorno que a veces se rebela hostil. Los actores, el paisaje y hasta los carneros, se confabulan con una historia áspera, pero emotiva.