Según la documentación oficial de la película Marte (The Martian), todos los aspectos científicos del libro de Andy Weir en el que se basa el guión de la película son plausibles y apoyados por las actuales teorías científicas. Weir solo reconoce una excepción: debido a la baja presión atmosférica de Marte, una tormenta de viento de la gravedad descrita por Weir es imposible. El viento marciano lanza un trozo de antena a través del traje de Watney, haciendo que tanto el mono espacial como los sensores que lleva queden inservibles. La atmósfera marciana es un tercio menos densa que la de la Tierra, por lo que un viento huracanado no podría levantar ciertos objetos.
"Necesitaba una manera de echar a los astronautas fuera del planeta, por lo que me permití una cierta libertad de acción", confiesa el autor de la novela. "Además, me pareció que la tormenta quedaría muy guay".
Lo siguiente, avisamos, adelanta algunos aspectos de la trama, lo que los anglosajones llaman spoilers.
Ciencia y ficción
Con la ayuda del astronauta Pedro Duque y de científicos del CAB (Centro de Astrobiología de Madrid, asociado a la NASA), la web Hipertextual.com ha apuntado otros detalles de la película que corresponden más a la ficción que a la ciencia.web Entre ellos, el traje de los astronautas, demasiado fino como para protejer de la radiación solar; la utilización de la sonda Mars Pathfinder en el sistema de comunicación; la maniobra de rescate espacial o la propia financiación del proyecto, que cifran entre 200.000 y 400.000 millones de dólares, cuando el presupuesto anual de la NASA es de 18.000 millones. Ahora mismo parece una cifra inalcanzable.
En lo que sí coinciden los especialistas es en la fecha de la misión, aprobada -en la película- en 2033, aunque Pedro Duque tiene dudas de que pueda ocurrir "tan pronto". También consideran plausible que hubiese un gimnasio en la nave, como el de la Hermes en el filme, para compensar la pérdida de masa muscular y de calcio por los largos periodos de ingravidez. El modo de trabajar de la NASA, su jerarquía, y la relación entre los astronautas, los directivos, científicos y el gobierno, está muy bien reflejada, según Pedro Duque.
También algo tan aparentemente intrascendente como el humor, destacado en esta película de Ridley Scott, sería crucial en una larga misión como la de Marte. Se seleccionaría un tercio de tripulantes "graciosos" para generar buen ambiente de trabajo, mediar en posibles discusiones y relajar tensiones. Por tanto, las bromas de la película son más una proyección de la realidad que una forma de entretener, que también.
