Este libro parte de la premisa de que la creatividad es una habilidad que todos poseemos y que tenemos que mantener viva. Por eso, su autora nos propone un sistema de entrenamiento creativo holístico, casi integral, para recuperarla. Tener unas habilidades emocionales bien desarrolladas es el primer paso. A partir de ahí, hay que incitar al pensamiento y comenzar a despertar nuestra curiosidad, hay que investigar para ampliar lo que ya hemos aprendido; pero sobre todo, para crear hay que jugar y hay que inspirar el niño imaginario que todos llevamos dentro. T.G.