Cuando se publicó en Francia, Caer fue saludada unánimemente por la crítica como una de las mejores novelas de los últimos años. Comparado con Beckett -por su humor, sus historias aparentemente absurdas, su escritura depurada-, Éric Chevillard ha logrado con Caer su mejor novela, pero también la más corrosiva, poderosa y crepuscular. Caer es una isla en medio de ninguna parte. Sus habitantes buscan escapar, generación tras generación, de esa trampa mortal, de ese desierto en el que no crece ninguna forma de vida. Los habitantes de la isla han creado una sociedad donde la forma más alta de altruismo consiste en exterminarse, física y moralmente, los unos a los otros. Todos esperan el regreso de Ilinuk, el único que logró escapar y prometió volver para rescatarlos a todos.