Una investigación sobre el yacimiento de Porto Maior, en As Neves, que se publica en la revista especializada Scientific Reports, del grupo de Nature, confirma la presencia de humanos en Galicia hace 300.000 años. Hasta ahora, la datación más antigua conocida correspondía a los restos encontrados en la Cova de Eirós, que documentaban la existencia de homínidos en la zona hace cerca de 40.000 años. El estudio actual, liderado por el arqueólogo gallego Eduardo Méndez-Quintas, es de suma importancia tanto por sus resultados, como por las técnicas de vanguardia empleadas para analizar los restos arqueológicos hallados allí.
Para Galicia este yacimiento es clave para situar a humanos en el territorio, no se conocía ningún ejemplo con un contexto claro en esta cronología. "Hemos podido establecer cuánto puede ser de antigua la presencia humana en esta región, que por lo menos en 300.000 años la hay. Para Galicia es una novedad muy grande porque no había nada conocido en este orden", asegura Méndez-Quintas.
Ya en una escala mayor, y por eso han logrado que el estudio se publique en Scientific Reports, este es "el único yacimiento que se conoce en Europa con esta forma de utilizar el espacio. Es un tipo de yacimiento que no se conocía en ninguna otra región europea". "Lo que tenemos es una acumulación deliberada, hecha a propósito por humanos desde hace entre 240.000 y 260.000 años, donde han dejado un montón de herramientas de grandes dimensiones: los bifaces, que son los utensilios más características de esta época", cuenta el gallego.
El tamaño de estas herramientas es desproporcionadamente grande con respecto a lo que se conoce en el continente europeo. Tanto el tamaño como esa forma de ocupar el territorio lleva a los investigadores a una realidad arqueológica que quienes dominan el paleolítico conocen bien, que es la realidad de África. "Nos lleva al oriente de África, a esta zona donde se dice que está la cuna de la humanidad. Es la única región del Globo donde encontramos yacimientos como el que tenemos aquí, por lo tanto, eso nos indica que hay una parte de la población del sur de Europa que es africana", señala el arqueólogo.
"Y también conocemos, gracias a Atapuerca, que hay otras poblaciones que venían de Asia. Así que sabemos que había, al menos, dos especies distintas conviviendo en el tiempo y en el espacio; y Porto Maior nos habla de esas poblaciones de origen africano", agrega.
El arqueólogo gallego está involucrado con Porto Maior desde que se descubrió el yacimiento en el año 2005. "Se hicieron unos movimientos de tierra en la zona de As Neves y quedó a la vista una sección de terreno donde se vieron materiales arqueológicos. Yo todavía no era licenciado pero ya publiqué algún artículo en aquel momento. En 2012, cuando ya tenía potestad para excavar, inicié dos trabajos en el yacimiento que continuaron en 2014", recuerda.
El estudio que se publica ahora es el resultado de las investigaciones que llevaron a cabo distintos profesionales en la zona a lo largo de los años. "Esto está vinculado al tema de mi tesis doctoral, que defendí el año pasado en la Universidad de Burgos. La idea es que en próximos meses salgan artículos sobre los distintos yacimientos de los que hablo en la tesis, y este es el primero de ellos porque el yacimiento de mayor relevancia es el de Porto Maior", explica.
Méndez-Quintas es miembro de una unidad de investigación consolidada de la Junta de Castilla y León que colabora con el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), dirigido por la paleoantropóloga gallega María Martinón Torres.
En Porto Maior se encontraron restos de la actividad de los humanos, pero no restos de ellos mismos. "Es muy complicado encontrar restos físicos en Galicia debido a la acidez del terreno. No se conservan restos orgánicos de más de cien años", explica el gallego. "Lo que tenemos son las herramientas que fabricaron y cómo las dispusieron", añade.
Las pruebas realizadas en el yacimiento, que forman parte de las técnicas más avanzadas en este campo, juegan un papel destacado para el resultado de la investigación. Una se llama Resonancia Paramagnética Electrónica (ESR) y la otra Luminiscencia y es la primera vez que se aplican en un yacimiento gallego. "Son técnicas muy sofisticadas que solo se aplican en cuatro laboratorios en el mundo. Las dataciones de ESR se han hecho en el laboratorio del CENIEH de Burgos y en un laboratorio que se ha creado en Australia", apunta Méndez-Quintas.
El otro procedimiento, el de Luminiscencia, se ha realizado también en Australia con un equipo de dos de los investigadores que firman el estudio de Porto Maior. "Son técnicas punteras y de lo más novedoso a nivel internacional. Por ejemplo, la persona que hace las dataciones de ESR fue el encargado de realizar las dataciones de los restos del llamado homo sapiens de Israel. Estamos trabajando con investigadores de los más importantes del mundo, estos equipos tienen que ser multidisciplinares y que entre todos construyamos un discurso", sostiene el arqueólogo.
Restos depositados en Vigo
Los bifaces desenterrados en As Neves están depositados de manera provisional en los almacenes del Museo do Mar de Galicia, en Vigo, a nombre del gallego. Su depósito final será el Museo de Pontevedra, que es el lugar que ha designado la Consellería de Cultura. "Pero como aún estamos trabajando con ellos, y esperamos volver a excavar este verano, los materiales están depositados provisionalmente, después pasarán a formar parte de los fondos del Museo de Pontevedra, que ya tiene una pieza de Porto Maior expuesta", asegura Méndez-Quintas.
El gallego espera trabajar de nuevo en Porto Maior en los meses de verano para ampliar sus conocimientos sobre el yacimiento. "Una vez que ya tenemos perfectamente definida la cronología, lo que queremos es abrir una mayor superficie para entender a qué responde esa acumulación. Es decir, queremos ver cómo se comporta al abrir una extensión mayor de terreno. Estamos viendo los restos de cómo un grupo determinado de humanos hicieron actividades allí y la única forma de entenderlo es tener cuanto mayor campo de visión mejor", afirma.
Aparte, aunque en el artículo no se menciona, hay un nivel con restos arqueológicos que es más antiguo y sería donde están las herramientas más antiguas de Galicia. "Lo conocemos mal ahora mismo porque hemos podido excavar una superficie de tierra muy pequeña en esa capa. Necesitamos volver a ese nivel para entender todos los aspectos relacionados con esos utensilios:_cómo los hacían y para qué los usaban", explica.
El arqueólogo piensa que en la zona del Baixo Miño deben existir restos de ocupaciones que puedan llevar la presencia humana en Galicia a hace medio millón de años, pero que aún no las conocemos. "Esa es la línea de investigación que vamos a seguir los próximos años: intentar reconstruir cuánto es de vieja esta presencia humana", asevera Méndez-Quintas.
"Los primeros humanos que llegan a la Península lo hacen hace más de un millón de años y no hay ninguna razón para pensar que no llegaron también a Galicia. Solo es cuestión de encontrarlos", manifiesta el gallego.
Los bifaces más grandes encontrados en Europa
- El arqueólogo gallego Eduardo Méndez-Quintas asegura que los bifaces, estas herramientas prehistóricas que servían a los homínidos para cortar, raspar y perforar otros materiales, descubiertos en las excavaciones del yacimiento de Porto Maior, en As Neves, son las de mayor tamaño encontradas en el continente europeo hasta la fecha."Estos bifaces no suelen superar los 15 centímetros de largo, pero en este caso hablamos de herramientas que llegan a medir 30 centímetros y a pesar dos kilogramos. Yo solo he visto algo igual en yacimientos de África", cuenta Méndez-Quintas, quien comparó estas piezas arqueológicas con herramientas similares halladas en otros yacimientos.Todavía esperan encontrar una explicación a por qué se enterraron en este punto distintos bifaces con el paso del tiempo, para eso volverán a excavar este verano.
