Vigo fue durante el pasado mes de julio la ciudad de la luz. Las horas de sol se incrementaron en más de un 30 por ciento con respecto a la media de esa época del año: 394 frente a las 296 del periodo 1981-2010. Casi cien horas más de radiación solar. Fue, sin duda, un mes excepcional en la ciudad olívica, que superó incluso la media de horas de sol en esos 30 años de ciudades como Sevilla, Palma de Mallorca o Las Palmas de Gran Canaria.
Con una media de casi trece horas diarias, Vigo tuvo en julio cada jornada más de 120 minutos de sol que la ciudad de A Coruña. Pero es que además, durante ese mes supera cada año en horas de sol a un lugar tan privilegiado para el turismo como el Sur de Tenerife: mientras que la isla tinerfeña tiene una media de 295 horas de sol, la urbe viguesa alcanza las 296, como recoge la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Se define como hora de sol un intervalo de tiempo discontinuo -se suma a lo largo del día- en que la radiación solar directa es superior a los 120 vatios por metro cuadrado. "Lo que llamamos insolación, y que expresamos en un porcentaje, es el tiempo que hubo horas de sol partido por las horas de luz, es decir, el tiempo en que el sol estuvo encima del horizonte", explican desde MeteoGalicia. Vigo tuvo el pasado mes un porcentaje de insolación del 86 por ciento, mientras que la ciudad herculina se quedó en el 70 por ciento. Las horas de luz dependen exclusivamente de variaciones astronómicas, mientras que las horas de sol están relacionadas con factores climatológicos.
A la hora de buscar una explicación al mayor número de horas de sol en las Rías Baixas que en Tenerife en esta época del año, astrónomos y meteorólogos no se ponen de acuerdo. Mientras que los primeros atribuyen este hecho a la inclinación del eje de la Tierra durante el verano, los segundos entienden que se trata de fenómenos exclusivamente meteorológicos, "pues lo lógico es que en el Sur haya más horas de sol también en verano". Los partidarios de la primera hipótesis señalan que el eje de rotación de la Tierra está inclinado 23,5 grados respecto al plano de su órbita; la dirección del eje no cambia apenas a lo largo de un año, pero la orientación respecto al Sol sí lo hace, como se aprecia ahora en verano. Sea como fuere, lo cierto es que Vigo goza de un emplazamiento geográfico privilegiado, al que se suma también una climatología excepcional.
Por otra parte, está de sobra documentada la diferencia térmica que se da entre el Norte y el Sur de la comunidad gallega en la época estival. De hecho, durante este pasado mes de julio Vigo registró una temperatura máxima de 32,7 grados, mientras que en el observatorio coruñés de Punta Langosteira fue tan solo de 21,6 grados.
Con la cifra de este pasado mes de junio -394 horas-, Vigo supera la media de horas de sol de Palma de Mallorca (346), Sevilla (354) o Las Palmas de Gran Canaria (308), ciudades turísticas por excelencia.
El mejor clima
El caso de Vigo es realmente curioso, pues no es normal que una ciudad situada tan al Norte tenga esos registros de horas de sol. Es uno de los factores que han situado a la ciudad olívica entre las cinco ciudades de España con mejor clima a lo largo del año; Vigo comparte ese privilegio con Las Palmas de Gran Canaria, Málaga, Palma de Mallorca y Huelva. Así lo puso de manifiesto un estudio del portal digital eltiempo.es, elaborado con datos de Aemet. Para seleccionar las ciudades que ofrecen un tiempo más agradable, el portal que dirige José Antonio Maldonado valora aspectos como una temperatura que ronde los 20 grados, una humedad en torno al 50% y la mayor cantidad de horas de sol posibles.
En concreto, eltiempo.es destaca lo siguiente: "Aunque esté situada en Galicia, una de las Comunidades Autónomas más lluviosas, la ciudad de Vigo cuenta con un microclima, una excepción en Galicia y casi en España. Pese a su situación geográfica es una de las ciudades que cuenta con más días despejados. Las temperaturas también son más suaves que en otras zonas de Galicia al estar bajo la influencia de un régimen subtropical. La temperatura media anual en Vigo es de 14.9 °C. El verano es muy suave y en invierno difícilmente bajan las temperaturas de los 7 grados".
De la puerta del Sol a la puesta del Sol
Aunque las horas de sol no se corresponden con las que van desde el amanecer hasta el ocaso, Vigo también cuenta en esta época del año con más presencia del astro rey en el firmamento que otras ciudades. Por ejemplo, a mediados de julio en Vigo amanece a las 7.11 horas y el sol se pone a las 22.10, casi 15 horas de luz frente a las menos de 14 de Tenerife.
Los turistas que vienen de zonas del Levante español se sorprenden con frecuencia de lo tarde que se pone el Sol en las Rías Baixas, acostumbrados a que en su zona se oculte a mediados de julio a las 21.29 horas.
La combinación entre horas de sol y la permanencia del astro rey por encima del horizonte hacen de Vigo una urbe de lo más luminosa en los meses de verano. Así, el porcentaje de insolación de este pasado julio alcanzó el 86 por ciento en la ciudad olívica, frente al 70 del observatorio de Punta Langosteira, en A Coruña.
Aunque julio fue un mes excepcional en cuanto a la meteorología, lo cierto es que la ciudad de Vigo tiene habitualmente durante el verano una media elevada de horas de sol. En el periodo 1981-2010, la mayor ciudad de Galicia tiene en el mes de julio una media de 296 horas de sol, por encima de las que se registran en el Sur de Tenerife (295), y también de ciudades como Oviedo (177), Bilbao (186) o A Coruña (239).
Durante los meses de junio y agosto, la ciudad olívica tiene también un elevado número de horas de sol: 273 en junio (superior también a las de Tenerife) y 287 en agosto.
Un mes seco y cálido
El valor medio de las temperaturas máximas en el mes de julio en Galicia fue de 26,3 grados Centígrados. Los valores más bajos, según el informe de MeteoGalicia, se registraron en la Mariña Luguesa y la zona de cabo Ortegal, con valores próximos a los 17 grados. Los más altos, por el contrario, se registraron en el Miño ourensano, en la zona de Verín y en la comarca de O Condado, con cerca de 35 grados.
La temperatura media en el conjunto de Galicia con respecto al periodo 1981-2010 presentó una anomalía de más de 1,5 grados Centígrados. Hubo un gran contraste entre las comarcas de Bergantiños y A Coruña, con anomalías que resultaron negativas, próximas a los -0,5 grados, y el resto de la Comunidad. Destacó en el aspecto positivo la provincia de Pontevedra -sobre todo O Baixo Miño- y varias localidades de la comarca de A Limia, con anomalías próximas a los 4 grados.
Las precipitaciones fueron muy escasas, pues ningún sistema frontal se acercó a nuestras costas debido a la fuerte presencia del anticiclón. De hecho, sólo hubo algunas lluvias de escasa entidad por la entrada de aire frío en las capas medias y altas de la atmósfera. La lluvia media del mes de julio fue de 5 l/m2, y los lugares más afectados por la precipitación, principalmente de carácter tormentoso, fueron los de la provincia de Lugo.
La luz que encandiló a Oroza
- El poeta Carlos Oroza supo ver como nadie la luminosidad de la ciudad viguesa. En una de sus últimas entrevistas reconocía que Vigo era "la ciudad donde hay más luz de Galicia", una luminosidad que protagonizó muchos de sus poemas y en la que encontraba una gran fuente de inspiración. En otra entrevista publicada hace años en FARO DE VIGO señalaba Oroza que "Vigo es la luz y yo vine en su búsqueda. La luz, no el sol... ¡La luz! (?) He encontrado aquí la poesía. En mis paseos he descubierto un tránsito poético". Y es que "el poeta de la luz" encontró en la ciudad olívica lo que no había hallado en otros lugares. El escritor de Viveiro llegó a autorretratarse como un "poeta nórdico que codicia lo lejano, la luz. No sólo la luz del sol, sino también la luz del pensamiento, del fósforo, del rayo en el bosque, la luz de la imaginación".
