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Aire fresco

El robusto y exclusivo diseño crossover del Hyundai i20 Active lo distingue del resto de los modelos del segmento B

Esta semana traemos a nuestro banco de pruebas el Hyundai i20 Active, un crossover de ciudad que se mete de lleno en un nicho de mercado en el que hay muy poco margen para la sorpresa.

Aunque podría tomarse como una evolución del i20, Hyundai no lo entiende de esta manera, y por ello más del cincuenta por ciento de los elementos de este vehículo son totalmente nuevos para diferenciarse del turismo. Eso cambios, sobre todo estéticos, son lo que hacen que el precio del i20 Active se incremente en mil euros con respecto al urbano.

Exteriormente hay un elemento que diferencia a este crossover urbano sobre el turismo, y es su mayor altura al suelo. Estos dos centímetros le dan al coche un aire mucho más campero, sobre todo teniendo en cuenta el resto del equipamiento. Los paragolpes delanteros y traseros son nuevos otorgándole al vehículo una protección cuando no circular por carreteras asfaltadas. Además, este aspecto se incrementa con las protecciones laterales, en el mismo color. Los faros antiniebla son redondeados, e incrustados en la defensa. Un spoiler trasera realza un poco más el carácter deportivo del i20 Active.

Las dos barras cromadas del techo acentúan el carácter crossover del vehículo, complementando un grupo de cambios que le dan al vehículo un carácter especial.

Interiormente, el i20 Active es un coche cómodo. Es fácil hacerse a la posición del conductor, igual que sucede en otros modelos de la marca, en la que la posición de conducción es cómoda y amplia. Los materiales son de calidad, y no rompen la armonía del interior con una combinación perfecta. Las plazas traseras son amplias y cómodas, aunque si mides más de 1.80 tu posición no será tan comfortable. Los pedales en metal es otro de los aspectos que le dan carácter al i20 Active.

En cuanto a motorizaciones, en esta ocasión probamos el motor de tres cilindros de 998 centímetros cúbicos y una potencia de 100 cv, aunque también dispone de otro motor gasolina de 120 cv y un diésel de cuatro cilindros y 90 cv.

Durante el tiempo de la prueba, fue complicado acercarse a los consumos fijados por el fabricante. No obstante hay que tener en cuenta que Vigo es una ciudad difícil y complicada para lograr estos objetivos, aunque si bien es cierto que cuando salimos a carretera y se le de rienda suelta al motor, los ajustes son mucho más certeros.

En resumen, buena opción para aquellos conductores que buscan un crossover urbano, teniendo en cuenta que con la tracción delantera no se le puede pedir excesos en una excursión al monte.

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