La noticia publicada en FARO DE VIGO sobre el descubrimiento de la dieta de la larva del pulpo ha caído como una bomba en la redacción del Submundo. Resulta que los retoños de los pulpos se ponen tibios de zooplancton y esas cosas para que nosotros nos pongamos tibios de pulpos cuando crecen los suficiente. El CSIC ha publicado los resultados de un estudio tras treinta campañas nocturnas de 12 horas y cuatro de 24 horas realizadas desde el buque oceanográfico "Mytilus"en el Parque Marítimo das Illas Atlánticas. Científicos de Aberdeen (Escocia), Lisboa (aquí al lado) y Vigo (epicentro y motor del estudio) han dado con la clave para el cultivo de una especie que es símbolo y alimento esencial de los gallegos. Ringo Starr cantaba en el siglo XX a un Octopus's Garden anticipando lo que ahora serán unas Octopus's Farms en el siglo XXI. Un visionario.
"El pulpo: tan cerca y tan lejos" es la primera reflexión filosófica que corrió como la pólvora por las mesas de nuestra amada redacción. Tan cerca porque nos lo zampamos con alegría durante todo el año, y tan lejos porque a veces viene desde Mauritania y más allá y nos parece igual de rico. Los yanquis a los que horrorizan los octópodos -que no son todos- no saben lo que se pierden.
La reacción más inmediata fue tirar de archivo para escuchar a todo volumen El pulpo, la canción de los Desertores de Vigo con letra de Xela Arias: se trataba de contrarrestar, en la medida de los posible, a los recalcitrantes beatlemaníacos que tenemos aquí infiltrados. "Eres un pulpo con tu mujer: / la manoseas una y otra vez" cantaban Valerio Araujo y los hermanos Díaz, junto con otros músicos, allá por principios de los noventa en nuestra ciudad. Era un superhit en potencia, pero no llegó a cuajar quizá porque aún no se sabía qué demonios meriendan los pulpos recién nacidos. La opinión unánime fue que hay que recuperar esta joya del rock oceanográfico vigués aplicado al apetito sexual desmedido.
¿Qué va a pasar a partir de ahora? Pues que criaremos pulpos como criamos cerdos y vacas o plantamos patatas. Que conste que los pulpos son uno de los animales de más de tres patas más inteligentes del planeta y esto nos puede plantear un tema de conciencia. También son capaces de colarse por los recovecos más inverosímiles. Estas inteligencias y habilidades no las tienen los seres humanos.
Apasionantes eran las historias sobre el Kraken -el pulpo gigante-que contaba Álvaro Cunqueiro. ¿Heredadas de Julio Verne? Puede que sí; puede que no. Ahora ya tenemos a las larvas del monstruo -¡del Leviatán!- bien alimentadas. ¿Cuánto tardarán esos tentáculos en abrazar Ons, Cíes y Lalín de una tacada? Viaje al Fondo del Mar (la serie de TV) se va a quedar en aquella colección de cromos de los sesenta.
Vuelvan a casa, Don Álvaro y Don Julio. Vuelve a casa, pulpo gigante. Play it again, Desertores.
@JulianSiniestro
