Existen lugares en los que al placer de la buena mesa se suma un paraje natural de gran belleza y la historia de sus piedras centenarias. Es el caso del Pazo O Rial de Vilagarcía, una edificación solariega del siglo XVII restaurada que mantiene su encanto original. Situado muy cerca del mar, la experiencia de mesa y mantel en su restaurante es un deleite para los sentidos. Aquí se cocina con apego a la gastronomía autóctona aderezada con una presentación contemporánea y con el mejor producto que siempre va con el mercado y la temporada.
Convertido en hotel de cuatro estrellas desde hace varias décadas, Pazo O Rial es un referente en Galicia no solo como establecimiento hotelero sino como edificio de interés cultural y turístico. El recetario gallego tiene aquí una de sus señas de identidad sin renunciar a guiños actuales. Entre el amplio catálogo que se puede degustar en este lugar con historia destacan sus arroces de mariscos (con bogavante, con almejas de Carril €), el secreto ibérico con puré de manzana o los pescados de la ría (lubina, rodaballo€) plenos de sabor.
Estando como está al lado de la ría, lo más fresco del mar está en el plato, desde pescados a mariscos según la diferente época del año. En la carta también se encuentran los productos enxebres de la tierra, desde pulpo (también en ensalada) a vieiras al horno, sin que falten las opciones de carne en forma de solomillo, entrecot o carrilleras de ternera gallega al Pedro Ximénez. El catálogo de postres caseros no deja a nadie indiferente. Coulant con helado de mandarina, leche frita con puré de manzana o brownie con nata a la canela, además de otras elaboraciones, completan los buenos momentos de mesa y mantel. Todo acompañado por una cuidada carta de vinos.
Si la experiencia culinaria transporta a todo un mundo de sabores, aún lo es más en este pazo considerado uno de los más bellos de Galicia, con un cuerpo central flanqueado por dos torres, característica singular de O Rial, que a sus terrazas y jardines suma sus instalaciones y la posibilidad de realizar todo tipo de eventos.
El hermoso pazo comenzó su etapa como establecimiento turístico en 1984, tras varios años de reformas para recuperar tan monumental edificio.
