La nueva generación del modelo compacto del Hyundai i30 llega al mercado cargado de novedades, y dispuesto a mantenerse como uno de los modelos más vendidos dentro de su clase.
En esta prueba nos hemos inclinado por la versión con carrocería familiar, Crosswagon, equipada con un motor diésel 1.6 CRDI de 110 cv. Exteriormente, uno de los cambios más importantes es la nueva rejilla hexagonal muy marcada, mientras que el perfil ha variado gracias al nuevo diseño de las llantas de aleación. Los nuevos faros de bi-xenón también dan un aspecto renovado.
Interiormente destaca la amplitud de las plazas, sobre todo las traseras. Los ocupantes tienen mucho espacio para las piernas y la altura con el techo es considerable. Quien peor lo lleva es el pasajero del asiento del medio, como ocurre en la mayor parte de los modelos, ya que es la plaza más estrecha y menos comfortable.
El puesto del conductor es igual de cómodo. El cuadro de instrumentos es completo y el volante no está lleno de botones, con lo que se hace relativamente cómodo manejar todos los controles. Posiblemente la única pega sea la necesidad de introducir una nueva pantalla en la consola central, con más colores y más información, sobre todo, teniendo en cuenta las ofertas existentes en otros modelos de la competencia.
El modelo probado venía equipado con el "Flex Steering", o lo que es lo mismo la posibilidad de ajustar la dirección. Dispone de tres modos, Comfort, sobre todo para hacer maniobras; normal, para su uso en ciudad; y Sport, para cuando salimos a carretera.
Uno de los aspectos menos destacado es el sistema de encendido automático de luces, pues en este modelo tarda más de la cuenta a la hora de activarse y, por momentos, el sensor no está bien ajustado a la intensidad lumínica del ambiente.
Otra de los aspectos positivos de este Hyundai i30 Crosswagon es su maletero. Con sus 528 litros, con posibilidad de aumentarlo hasta los 1642 con los asientos abatidos, es ideal para familias que necesitan espacio sin perder todas las comodidades.
Una de las principales características del motor diésel es su poco ruido. Esta insonorización nos permite disfrutar de una conducción cómoda y un funcionamiento suave. El sistema "Stop and Start" influye considerablemente en el consumo, aunque si bien hay que tener en cuenta que en ciudades como Vigo es muy complicado lograr los consumos homologados por el fabricante dada la orografía de la ciudad y, por supuesto, su tráfico.
En resumen, un vehículo familiar amplio y práctico.
