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Enrique Santana: "La población investigadora de España envejece por la falta de financiación"

El doctor en Economía Enrique Santana.

El doctor en Economía Enrique Santana entiende que España no ha sabido definir la carrera del investigador y apuesta por una financiación de la Universidad "ligada a objetivos". Santana, profesor del Centro de Estudios Monetarios y Financieros, cree que las universidades españolas "tienen que aumentar la financiación y atraer a talentos internacionales, como sucede en el mundo del fútbol".

-¿Cómo marcha el sistema financiero?

-En temas financieros tuvimos una segunda mitad de agosto muy movida. Ahora sigue habiendo volatilidad, pero no tanta. La volatilidad tiene esta tendencia a subir de repente, de manera inesperada, como ocurrió a finales de agosto. Se producen unas noticias que en sí mismas no tienen por qué causar grandes movimientos. Pero en agosto, en parte debido a que es un mes en el que se crea poca liquidez, y en que se crea bastante incertidumbre, aumentó muchísimo la volatilidad. El índice VIX, que es un índice de volatilidad de la Bolsa de Nueva York, que había estado prácticamente todo el año en niveles muy bajos, históricos, del orden de 12 o 13, en un día subió a 40. Ahora ha bajado un poco, en niveles de 24, por encima de la media. El pánico parece que ha desaparecido, pero la incertidumbre sigue estando ahí.

-¿Cómo valora el cambio de tendencia de la concesión de créditos?

-La concesión de créditos ha cambiado de tendencia. Lo que ocurre es que, en parte por las lecciones que los mismos bancos han sacado de la crisis financiera, y en parte por los motivos de regulación, las entidades bancarias hoy en día tienen que tener mucho más capital del que solía ser el caso, y en una economía como la europea, en la que las empresas tanto grandes, como, sobre todo, pequeñas y medianas siguen financiándose mediante préstamos bancarios, el hecho de que los bancos sean más cautos a la hora de conceder préstamos hace que si se compara con el periodo anterior a 2007, sea mucho más difícil conseguir financiación que como era hasta entonces.

-¿De ahí la dureza actual?

-Muchos bancos durante la crisis, a aquellas empresas que pensaban que eran prometedoras, les renovaban los créditos y todo en condiciones favorables, porque no querían quitarles la financiación. Pero ahora que están viendo que la economía se está recuperando y que estas empresas obtienen beneficios, aunque parezca un poco chocante, les están apretando las tuercas para que reduzcan las deudas. Cuando la situación no era grave no han querido atornillarlas demasiado, pero ahora que el paciente se recupera es cuando lo están forzando más.

-¿Usted considera que actúan correctamente?

-El problema que tienen los bancos es que la regulación ha cambiado mucho. Está cambiando toda la regulación bancaria a nivel internacional, los convenios de Basilea hacen que la banca esté más preocupada por mantener niveles de solvencia, que el regulador les venía imponiendo, y que muchas veces no está muy claro qué va a aprobarse y qué no, y están siendo muy cautelosos. Hay que reconocer que los bancos que no fueron cautelosos, en su mayoría han desaparecido;en España en concreto las cajas de ahorro. Los que se comportaron de una manera más agresiva captando cuota de mercado durante todo el boom inmobiliario han desaparecido. Han sido absorbidos, vendidos, regalados... e incluso han pagado porque se los quede alguien. Las entidades que sobrevivieron a la crisis lo hicieron porque llevaron a cabo una política más cauta. Si se compara la situación anterior a la crisis con la situación actual también hay que tener en cuenta que el banco que ha sobrevivido es el que fue cauto antes y sigue siéndolo ahora. Y los bancos, y sobre todo las cajas, que no lo fueron han desaparecido.

-¿Cómo ve el futuro de los investigadores?

-En España tenemos un problema que empieza a ser serio, y es el problema del cambio generacional. Mi generación fue muy afortunada, contamos con mucho apoyo público, y también privado, para poder estudiar en el extranjero, y ponernos al día respecto a la investigación que se estaba haciendo en el mundo. Y yo creo que se consiguieron muchos éxitos en todas las áreas de la ciencia en España, que se subió al tren de la investigación. Y esto ha funcionado. No obstante, si ahora se miran indicadores de la edad media lo que se ve es que se está envejeciendo. Es cierto que todo el país está envejeciendo, la edad media está subiendo, y la parte de investigación está envejeciendo y no sólo debido a la crisis, que ha tenido un efecto importante. Ha habido una reducción de la inversión en investigación y desarrollo. Y hay cuestiones que no hemos acabado de solucionar a nivel español, que es la carrera del investigador.

-¿A qué se refiere?

-La carrera del profesional universitario, en la universidad pública, sigue siendo una carrera demasiado poco flexible, con un componente importante a ser funcionario, y hay que dotar de más flexibilidad y de un marco de carrera profesional estable. Me refiero a alguien que tiene ahora 27 años, que esté estudiando un doctorado, y que tenga claro cuál puede ser su desarrollo profesional. Ahora mismo no está muy claro. Ha habido numerosas reformas en los últimos 15 años, y algunas han sido para bien y otras para no tanto, pero estos excesivos cambios producen incertidumbre y la gente no sabe si dedicarse a esto. Y otra cuestión que es importante es que la ciencia, y la educación superior es cada vez más internacional, y es necesario ser capaces de competir a nivel internacional.

-¿Habla de la captación de talento?

-Estamos muy centrados en pensar en la ciencia que hacen los españoles, pero hay que pensar en la ciencia que se hace en España. Y en la educación superior que se hace en España. Países como Reino Unido lo han tenido muy claro desde hace mucho tiempo. En las universidades británicas sigue habiendo una mayoría de profesores británicos, pero en otras son minoría. Y en Estados Unidos pasa igual. La capacidad de atraer talento internacional es algo que en un mundo cada vez más globalizado, en el que los investigadores se mueven, resulta fundamental, como pasa con el fútbol, donde somos muy capaces de entender que en el Real Madrid quedan tres jugadores que sean de la provincia de Madrid, y a todo el mundo le parece muy bien, y en Barcelona pasa igual. Está muy claro que si lo que uno quiere hacer es clasificarse para las competiciones europeas, es importante atraer talento de todo el mundo y retribuir ese talento en consecuencia. Pero es algo que en investigación y universidad seguimos sin entender.

-¿Es preciso, entonces, aumentar la financiación de las universidades?

-Sí. Pero no tiene que ser financiación indiscriminada. Debe de ser financiación que esté ligada a conseguir objetivos. Esto es necesario porque vamos a perder el tren. El envejecimiento de la población investigadora, junto con el hecho de que no consigamos atraer talento internacional hace que nos vayamos a la segunda división. Y hay países, y China es el ejemplo claro, que han invertido una cantidad de dinero enorme para conseguir que sus universidades sean competitivas a nivel internacional. El talento está distribuido por todo el mundo, en todas las provincias españolas hay jóvenes que tienen el potencial para convertirse en investigadores, igual que hay cazadores de talentos que están ojeando alevines para contratarlos, y que se van a Sudamérica a captar talento temprano. Es algo que las universidades españolas deberían hacer mucho más, y contando con apoyo público.

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