Faro de Vigo

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DELICIAS DE GALICIA

Sabor a mar

Javier Fins (dcha.) y Fran, encargados de transmitir las delicias de la buena mesa.

Mira al océano como un faro, y así se llama el restaurante del Talaso Atlántico de Oia, rodeado de un espectacular paisaje marino y de la cercanía del mítico Cabo Silleiro. Estando como está frente al Atlántico, aquí el mar siempre está presente en la mesa y sus sabores citados en las mejores guías.

El chef Javier Fins comanda los fogones del restaurante Faro, con propuestas que destacan por la calidad del producto y que siempre van con el mercado. Javier es uno de los sólidos valores de la cocina gallega, "un gastrotalento" al que ya gustaba estar entre cazuelas y pucheros desde niño y cuyo hacer se nutre de los mejores productos locales sazonados con un toque de actualidad acorde a su edad, como lo demuestra en el plato que presenta como receta, la langosta de A Guarda asada en lechuga de mar con cremoso de patata violeta, una primicia que estará en la carta de la cena de Fin de Año y que sin duda sorprenderá a los comensales porque, a su vistosidad, suma una explosión de mar en el paladar. En el catálogo también han tomado fama los arroces, como el de carabineros y boletus, o el de bogavante. Es habitual, dice Javier, que muchos domingos sea toda la familia la que acude a saborear los platos que aquí se elaboran. El restaurante tiene además incluido el servicio de guardería del hotel.

Al catálogo se suman pescados salvajes como rodaballo o lubina, sin que falten las carnes para los que prefieren otras suculencias de la tierra en forma de ternera gallega, chuletón o entrecot, entre otras posibilidades. El apartado de postres caseros es igual de apetecible, con elaboraciones como la crème brûlée, una crema muy sabrosa, tostada por encima y con frutos rojos que se ha convertido en una de las sobremesas más solicitadas, además de clásicos como cañitas rellenas hechas de fina lámina o brownie de chocolate, todo acompañado de una nutrida carta de vinos.

Disfrutar del momento de mesa y mantel en este restaurante es toda una experiencia porque a la degustación gastronómica se suma su excepcional emplazamiento junto al mar. La amplia sala está orientada hacia un gran ventanal con vistas al océano. De noche, las luces del emblemático Faro Silleiro aumentan la magia de la velada. Según las estaciones, también se organizan diferentes jornadas gastronómicas a lo largo del año en torno a diversos productos.

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