Las mujeres continúan protagonizando una parte importante de la actividad del museo Liste, a través de la exposición "En feminino: a silente presenza" -que permanece abierta a lo largo del primer trimestre de este año- y también en las "xornadas para a comunicación", el programa de conferencias que mañana presenta "A sexualidade feminina extraconxugal no século XIX".
La ponencia, a cargo del historiador Miguel García Fernández, dará comienzo a las 17.00 horas en la Sala da Madeira Escavada del museo. En ella, el investigador ofrecerá una perspectiva general sobre la sexualidad de las mujeres "en un siglo de transición entre lo que se puede considerar como el Antiguo Régimen, donde había una mayor permisividad hacia determinadas prácticas sexuales, y la Modernidad, en la que se crea la nueva moral burguesa y donde el Estado liberal intenta controlar mucho más a los individuos", explica el historiador, cuya intención es ver hasta qué punto se aplicó en Galicia esta moral.
Para ello, tratará los distintos imaginarios que se dibujan alrededor de las mujeres y que coinciden a la hora de cuestionar su libertad para tener una sexualidad plena. "Es algo que se ve muy bien, por ejemplo, en las obras de Emilia Pardo-Bazán, donde se contrastan dos modelos de mujer: por un lado, el modelo nuevo burgués, la mujer como "ángel del hogar"; mujeres a las que se les niega su sexualidad o se les obliga a canalizarla por vía matrimonial para la función reproductiva. Y por otro lado, otras mujeres, muchas veces del rural, criadas, que empleaban su sexualidad con los señores o con otros hombres sin que ello implicase una condena moral".
Para Miguel García, los historiadores han de ir más allá de las imágenes que les transmiten las propias fuentes y comprobar que reflejan la realidad. "Lo que yo defiendo -afirma- es que existen márgenes de libertad para la sexualidad femenina extraconyugal más amplios de los que consideramos. Algunos son heredados de siglos anteriores; por ejemplo, de esas mujeres que no accedían al mercado matrimonial por no tener una dote pero que sí mantenían una sexualidad plena, en parte también con el fin de quedarse embarazadas y así tener hijos que las ayudasen en la vejez".
La realidad gallega
En el caso de Galicia, el historiador hace hincapié en dos factores que le otorgan a nuestra comunidad características propias con respecto a otras. En primer lugar, el hecho de que se trate de una sociedad fundamentalmente rural. "Por lo tanto, las relaciones de las mujeres en lo que se refiere a su sexualidad creo que están más al margen de los prejuicios de las clases medias y altas más propias del ámbito urbano", subraya.
Existe un segundo factor derivado de factores demográficos: la emigración, "un fenómeno no exclusivamente masculino pero fuertemente masculinizado, que dio lugar a esas "viúvas de vivos" de las que hablaba Rosalía de Castro y a que muchas mujeres tuvieran dificultades para casarse porque los hombres marchaban. Como consecuencia, la sociedad se movía más al margen de la dictadura de la moral burguesa".
Miguel García se encuentra trabajando en su tesis de doctorado sobre las mujeres en la Galicia medieval. "Me interesa romper con la imagen que los discursos culturales dan de las mujeres. En esa época, tenemos un imaginario patrocinado por la Iglesia, el Estado, incluso la literatura, que nos habla de una mujer siempre metida en el hogar. Pero frente a esas imágenes, existe una realidad social donde las vemos trabajando en el campo, donde hay mujeres que en los testamentos reconocen que tienen hijos de clérigos, etc. En ese sentido, considero que el siglo XIX es un momento de transición entre ese mundo que se arrastra desde la Edad Media en el ámbito rural y esa nueva modernidad burguesa que, en este caso, no supuso un avance sino un paso atrás para las mujeres".
