Imágenes del desierto proyectadas en la pantalla trasera del escenario y la música de Mawrice Jarre compuesta para la banda sonora de Lawrence de Arabia dan paso a las bailarinas ataviadas con trajes vaporosos, con esencia de ballet clásico y espíritu moderno, dispuestas a poner en escena una coreografía de danza lírica contemporánea. Es uno de los doce números que conforman la función que ofrecerá la escuela de danza Marisa Gutiérrez el próximo 21 de diciembre en el teatro Salesianos.
Un total de 60 alumnas, desde los 4 a los más de treinta años de edad intervienen en este festival, el primero de los 38 que Marisa Gutiérrez lleva ofreciendo anualmente que se celebra en fechas navideñas. "Hasta ahora solo los preparaba para fin de curso, pero creo que para las alumnas es un estímulo bailar ante el público dos veces al año, además de que los padres lo demandan", explica esta veterana profesora de danza.
La base de ballet clásico está presente en cada coreografía de lírica contemporánea y de baile moderno que conforma este variado y atractivo espectáculo. Melodías de estilos y tiempos tan dispares como la intimista banda de sonora de Yann Tiersem para la película Ameliée, el divertido "Boogie Wooyie" de las Andrew Sister, el animado Rock de The Big Beat y las potentes composiciones de Nathan Lanier transportan al público a un viaje a través de sus emociones y le invitan a sumergirse en distintas épocas de la historia a través de atractivas y cuidadas coreografías en las que se mima con esmero cada detalle de la puesta en escena.
Tendencias actuales como la cocina, puesta de moda entre los más jóvenes con programas televisivos como Master Chef, están presentes en el festival con una coreografía de danza moderna a ritmo de Fanfarre Ciocarlia. Propuestas tan clásicas y estéticas como la Danza de las Horas, de Panchielli, o el número de una madre bailando con su hija el conmovedor tema "La vida es bella", de Ernesto Cortázar, redondean el hermoso espectáculo.
Divididas por grupos de edades, las alumnas demuestran la evolución formativa desde que ingresan en la academia de baile hasta que llevan años en ella. Así, las más pequeñas, de entre 3 y 7 años exhiben lo aprendido en predanza, ritmo, coordinación y primeros pasos de ballet clásico; las de ocho a diez muestran sus inicios en el dominio de la técnica y así sucesivamente.
Las entradas para la función pueden adquirirse en taquilla desde dos horas antes de su inicio o en la propia academia Marisa Gutiérrrez (María Berdiales, 36).
Una vida entregada a su pasión por la danza
- Como muchas niñas de su edad en diferentes épocas, Marisa Gutiérrez empezó en el mundo de la danza con siete años, de la mano del ballet clásico. Ya de adolescente, con 1 y 14 años, se adentró en la práctica de la gimnasia deportiva, disciplina para la que entrenaba en el pabellón del Carmen Licenciada en Educación Física en Coruña con 18 años, ejerció como profesora de gimnasia sin nunca olvidarse de su pasión por el baile. Cinco años en el Conservatorio Superior de Danza y Música de Madrid le abrieron las puertas a los escenarios, donde se decantó por el jazz y la danza moderna de la mano de figuras como Carmen Senra, Karen Taft y Carmen Roche. Durante 30 aos, Marisa Gutiérrez no dejó de asistir a cursos e la capital de España ara perfeccionarse y empaparse de nuevas ideas en el mundo de la danza moderna.Profesora de actividades extraescolares en varios colegios y clases particulares en un local propio, Marisa Gutiérrez se decidió a abrir su propia escuela hace cinco años. "Amo la danza, la llevo dentro desde muy niña y me moriré con esa pasión que para mí no es solo algo íntimo sino que me gusta compartir, enseñar a los demás", afirma a modo de máxima existencial.
