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Medicina tradicional china, mucho más que acupuntura

La formación en esta terapia alternativa requiere cuestiones como el dominio de la farmacopea oriental, la dietética según un enfoque diferente de la nutrición, el tuina, el taichí y el chi kung

Hierbas que se emplean en la medicina tradicional china y agujas de acupuntura.

La medicina tradicional china, identificada por muchos occidentales con la práctica de pinchar agujas en determinadas partes del cuerpo para tratar enfermedades, va mucho más allá de la acupuntura. Abarca también la farmamcopea, la fitoterapia (a base de plantas medicinales), la dietética, aportando un enfoque diferente de la nutrición que la medicina occidental, el tuina, un tipo de masaje chino basado en el movimiento de la energía, el tai chi y el chi kung, según enumera Antonio Plaza, especialista en esta terapia alternativa con más de treinta años de trayectoria, y docente en diferentes centros de formación, uno de ellos en Vigo.

La formación que imparte en este campo la estructura en varios módulos independientes y graduables, de manera que para obtener el diploma (no oficial, ya que la enseñanza de terapias alternativas no está regulada en España) harían falta tres años, dos de ellos de curso previo y uno de seminarios.

La etiología es el primer bloque temático al que se han de enfrentar los alumnos. Se trata de estudiar las causas de la enfermedad, tanto externas (agentes climáticos, alimentación,...) como internas (del propio organismo). "Para la medicina occidental, ante una gastritis o úlcera gástrica se le receta la medicación prescrita, que es ranitidina; en cambio para nosotros es fundamental saber qué produjo esa alteración en el estómago, ya que de ello depende el tratamiento que se va a seguir: a lo mejor nos encontramos ante un problema biliar o hepático; o puede ser de origen externo, como la alimentación, por ejemplo".

Los métodos de diagnóstico conforman el segundo módulo del modelo de formación en medicina china que imparte Antonio Plaza. Palpación, pulsometría, observación son algunos de ellos.

Una vez dominado este bloque de conocimientos, el tercer módulo se centra en los 120 síndromes, conjunto de síntomas y signos reconocidos por la medicina tradicional china, que los alumnos deben aprender a reconocer y relacionar.

Los microsistemas se abordan en el cuarto módulo temático. Para la medicina tradicional china nuestros organismo es como un holograma, de manera que si cortas ese holograma cada una de las partes tendrá todo el sistema. La aplicación práctica de este concepto se traduce en que los tratamientos se pueden realizar en diferentes partes del cuerpo. De este modo, existe la acupuntura abdominal, que es la más extendida, la auriculopuntura (en la oreja), la rinopuntura (en la nariz), la faciopuntura (en la cara), la manopuntura (en la mano) y la craneocupuntura. "Generalmente se usa la acupuntura corporal, si bien como complementos puedes aplicar tratamiento de agujas en otras zonas", explica Antonio Plaza, que ejerce como docente en varias escuelas de Madrid.

Respecto a la craneopuntura, este especialista explica que se trabaja con proyecciones de la corteza cerebral mediante la colocación de agujas en el cuero cabelludo, bien manualmente o mediante un electroestimulador.

Al igual que la medicina occidental, la tradicional china emplea medicinas para tratar enfermedades. La farmacopea oriental abarca desde fitoterapia, basada sólo en productos vegetales, a medicamentos con elementos de origen animal y mineral. "Generalmente ya están fabricadas, ya que en España es difícil encontrar la materia prima y no es posible traerlas de China por cuestiones de controles sanitarios, aspecto que sí cumple una empresa holandesa especializada en farmacología tradicional china".

La dietética cobra especial relevancia en esta terapia alternativa. "Ya en la más remota antigüedad se decía 'que tu alimento sea tu medicina'", comenta Antonio Plaza. La división de los alimentos en la medicina tradicional china difiere a la que se realiza en Occidente y los clasifica tanto por su cualidad energética (fríos, tibios, templados y neutros) como por su sabor (dulce, ácido, amargo). "Siguiendo con el ejemplo de la gastroenteritis, si esta se ha producido por un exceso de alimento fríos, hay que prescribir calientes, viceversa". Los alimentos se usan tanto para tratar como para prevenir, al igual. "Una alimentación equilibrada tiene que tener porciones de todos los sabores".

Por último, el tai chi y el chi kung se emplean tanto para prevenir como para reequilibrar energías. "Las proezas de los monjes shaolín que realizan giras por toda España se deben a un perfecto control de las energías", apunta Antonio Plaza.

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