La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra condena a doce años de prisión al vilagarciano Alberto González Riveiro como autor de un delito de homicidio por la muerte de Enrique Collado Antón en la finca conocida como Villa Güimil, en la capital arousana.

La sentencia emitida por el tribunal ratifica así la decisión adoptada por el jurado popular que declaró culpable al acusado y señala como hechos probados que en torno al 24 de junio de 2005, Alberto González, de 37 años, coincidió en la finca de Güimil con Enrique Collado, conocido como "El Guaje". Por motivos que se desconocen, entre ellos comenzó una discusión en el transcurso de la cual el acusado propinó numerosos golpes a la víctima en el rostro, la cabeza y el tórax, además de rodearle el cuello con las manos y estrangularle. Según se detalla en la sentencia, a consecuencia de esta paliza la víctima sufrió múltiples fracturas que provocaron su muerte por shock traumático.

El tribunal respalda la declaración de culpabilidad basándose en argumentos como el hecho de que el propio acusado reconociese el altercado con la víctima, a raíz del cual, éste queda inmóvil en la zanja en la que posteriormente fue encontrado su cadáver; la declaración de uno de los testigos, que aseguró que Alberto González le confesó la agresión a la víctima; el informe forense que indica la imposibilidad de muerte por caída y el testimonio de otras dos personas que declararon que el día de hechos el acusado les impidió acercarse a la zanja.

De hecho uno de los testigos (la misma persona que encontró el cadáver de Collazo Antón) declaró que el acusado le dijo que le "había dado un mal palo" a Enrique y que "no dormía porque cuando cerraba los ojos veía el cadáver" de la víctima.

Para el tribunal, este "mal palo" que el acusado dio a la víctima es la profusión de golpes que le propinó en la cara, cabeza y tórax que le ocasionaron graves fracturas y que el estrangulamiento de Enrique por parte del acusado fue lo que produjo las fracturas en el cuello descartando cualquier caída accidental en la zanja.