"No hay pruebas ni indicios contra Marcos". El abogado defensor fue contundente a la hora de pedir la absolución para su cliente. El letrado expuso que el joven no tenía motivos para matar a Sara y que el hecho de que decidiese trasladar el cadáver tras encontrarlo en su casa fue fruto de la "desesperación". En su exposición, dijo que no hay pruebas que acrediten una agresión sexual, que no existe un móvil claro y que el imputado siempre mantuvo que ni mató ni violó a la víctima.

Una cuestión en la que insistió fue que no se investigaron suficientemente los indicios, las contradicciones y la actitud que mantuvieron otras personas cercanas a Sara cuando fueron los hechos. Se refirió concretamente al ex novio de la joven, a su jefe y al amigo que salió con ella y con el acusado de copas la noche del crimen.

Sangre de una tercera persona desconocida

En un interruptor de la luz del edificio donde vivía el acusado y en el carrito de la compra apareció sangre de una persona desconocida. El letrado criticó "la ferrea oposición al esclarecimiento de la verdad" durante la instrucción, al denegarse las pruebas para intentar aclarar de quien era.