María del Carmen O.M. o sus testaferros, adquirían pistolas detonadoras en Internet, algunas en países del Este, por unos 100 euros. Después la smanipulaban y hacían que funcionaran, vendiéndolas a unos 300 euros, según se desprende de la investigación. Ella fue detenida en la primer fase de la investigación en enero, una operación con Europol que permitó desmantelar cuatro talleres clandestinos de armas, y se cerró con 46 detenidos y 247 armas intervenidas.