Era una detención cantada desde que el martes se encontrase el cadáver de la asturiana Paz Fernández Borrego en el embalse de Arbón. La Guardia Civil detuvo a Javier Ledo Ovide, de 42 años, a las nueve de la mañana de ayer en el edificio propiedad de su familia de la calle San Francisco de Navia, cercano a la pensión donde Paz Fernández se registró el pasado 13 de febrero, el día de su desaparición.

Todo el peso de la ley cayó sobre este vecino de Coaña que fue el último en ver a la mujer a las seis de la tarde de ese día y que mantuvo comunicación con ella a lo largo de la noche. Pero él se mantuvo firme y negó cualquier relación con el crimen, como ya hizo en una entrevista a La Nueva España, del mismo grupo editorial que FARO DE VIGO. "Soy inocente", clamó, a su salida del Juzgado de Luarca con una tranquilidad de ánimo sorprendente, que ha hecho dudar a propios y extraños. Los agentes estuvieron más de nueve horas en la vivienda propiedad de su familia, un antiguo bar, con un piso superior. Primero unas dos horas, hasta las dos menos cuarto de la tarde. Luego, a partir de las tres y media de la tarde y hasta bien entrada la noche.

Están convencidos de que el asesinato de Paz Fernández Borrego se produjo en ese edificio, que fue examinado por personal del laboratorio criminalístico y rastreado por perros de la Dirección General de la Guardia Civil de Madrid adiestrados en la localización de pruebas biológicas. Buscan manchas de sangre que no hayan podido ser borradas por lavados posteriores, o confirmar si el inmueble albergó un cadáver. Los agentes salieron con abundante material del inmueble.

Entre las dos fases del registro, el detenido fue conducido al juzgado de Luarca poco después de la una y media de la tarde. Allí compareció durante aproximadamente dos horas. No ha trascendido el tenor de su declaración, aunque todo indica que negó cualquier relación con el crimen. Previamente había sido conducido al cuartel de la localidad en calidad de detenido. Tras hablar con la jueza encargada del caso, en torno a las tres de la tarde, los agentes volvieron a su la casa para un segundo registro, que se prolongó hasta las doce menos cuarto de la noche.

Se da la circunstancia de que Javier Ledo defendió estos días atrás su inocencia, narrando su propia versión de los hechos. La detención ha llegado después de que la Guardia Civil estrechase el círculo de sospechosos en el entorno de la víctima en la zona. Finalmente, tras tomar varios testimonios, Javier Ledo, del que se sospechaba desde hace días y que ha intentado defenderse contando su versión de aquella tarde con Paz Fernández, ha sido el arrestado por los agentes de la Benemérita. Los agentes tienen evidentemente más pruebas que tendrían que ver con la localización de alguno de los dos teléfonos móviles del investigado, que por otro lado cuenta con antecedentes policiales en relación a un delito de amenazas a su exmujer.