Reconocieron haber sufrido múltiples accidentes en la rotonda de Coia -un total de siete- argumentando la proximidad con sus domicilios e incluso admitieron la "sorprendente" aunque "no planificada" sucesión de siniestros en el mismo punto y con idéntica mecánica. Pero la titular del Juzgado de lo Penal 3 de Vigo no ha creído su versión y ha desechado el carácter "fortuito" de dichos choques, colisiones "buscadas y provocadas con la finalidad de obtener de la entidad aseguradora indemnizaciones que, a la vista de la dinámica del accidente y de la intencionalidad del mismo, no les correspondía". La magistrada condena a penas que suman 15 años de prisión a ocho acusados, todos familia y amigos entre sí, por provocar choques intencionados en dos rotondas de la ciudad durante al menos cuatro años.

La juez impone las mayores penas, dos años y tres meses y dos años, respectivamente a los cabecillas del entramado, madre e hijo ante "la evidente puesta en peligro de la integridad física de otras personas". Para el resto de los condenados fija las condenas en 1 año y 9 meses de cárcel. En cuanto a la responsabilidad civil, las cantidades con las que deben indemnizar a la compañía aseguradora superan los 50.000 euros.

Con ésta ya son al menos tres las sentencias condenatorias contra los ya popularmente conocidos como rotonderos, si bien esta es la de mayor número de condenados y también la de mayor indemnización para los seguros.

La juez tras analizar las siete colisiones, concluye la existencia de "intencionalidad fraudulenta" en todas basándose en indicios "múltiples, claros y suficientes" . La magistrada destaca tres puntos clave que certificarían la no evitabilidad de los siniestros. Las declaraciones de los automovilistas contra los que impactaron los acusados "previamente concertados" son una de ellas. Todos los testigos coincidieron durante la vista en señalar que los acusados no trataron de evitar la colisión sino que "aceleraron para cortar el paso a su vehículo y que se produjera la colisión".

Siniestros "ya prescritos"

Los atentados y diligencias de la Policía Local también son pruebas de cargo en el caso. Los agentes evidenciaron que el cabecilla estaba implicado en varios accidentes desde el 2008, algunos ya prescritos, pero ya mayoría eran en Coia con las "mismas personas" como protagonistas e "igual mecánica" que en los siniestros provocados.

Y como último indicio, la presencia de alguno de los acusados en todos los accidentes provocados. "Los acusados participan no en uno, sino en varios accidentes, sean como conductores o ocupantes". Así, destaca también la titular de la sala que todos se producen "en la misma rotonda situada en Coia" y bajo la misma "dinámica": colisiones fronto-laterales al circular los acusados por el carril exterior y sufrir lesiones "leves" y "subjetivas" que "carecen de posibilidad de comprobación" .

Por su parte, la magistrada absolvió del delito de estafa a otros cuatro miembros de una misma familia. En este caso fue una aseguradora representada como acusación particular quien los sentó en el banquillo a diferencia del resto de encausados, donde los delitos fueron atribuidos por la Fiscalía.