La llegada de Internet reinventó los viejos timos. El 'tocomocho' o la "estampita" dieron paso a fraudes muchos más elaborados y dónde las pérdidas para las víctimas se multiplican. Una de las últimas estafas que está acumulando cada día más afectados es conocida como la del 'cheque sobrevalorado' y ha encontrado en Vigo a al menos un afectado, si bien sus conocimientos bancarios lo libraron de caer en la trampa.

El mecanismo es sencillo: los presuntos estafadores contratan por correo electrónico un servicio y mandan al receptor un cheque con una cantidad superior a la acordada previamente. Tras esto, avisan a la víctima de este error y les piden que transfiera la diferencia presionándolos para que lo hagan antes de que la entidad les comunique que el cheque era falso. Esta situación, con algunas particularidades, la vivió un hostelero vigués del Casco Vello. Con su negocio de restauración, 'Ostras Pedrín', contactó un supuesto británico de nombre "Dr. Andrew" -con correo, domicilio y teléfono localizable- solicitando presupuesto para un congreso que tendría previsto celebrarse en septiembre. Según explica este vigués, envía al inglés un presupuesto de 3.200 euros con el menú detallado que acepta e indica además que "remitirá una cantidad de dinero suficiente para atender lo presupuestado y algo más" ya que supuestamente uno de los congresistas se encontraba de aniversario y querían hacerle algo especial.

A las dos semanas del acuerdo, le comunica a este hostelero que enviará un cheque de un banco inglés (no conformado) y pide que le comunique en cuanto le llegue. Pasados unos días, este vecino de Vigo recibe el talón por correo ordinario desde Inglaterra. En este momento sospecha que se trata de una operación "rara" pero "sin sorpresas". Sin embargo la cuantía del cheque recibido (y es aquí donde se cuaja la presunta estafa) es del doble de lo inicialmente acordado por este hostelero y el empresario inglés, es decir 7.000 libras.

Esta situación provocó la desconfianza del propietario del negocio de restauración local por lo que en cuanto fue al banco a entregarlo pidió que no se adelantase dinero hasta que no fuera cobrado en firme al banco emisor. Sin embargo, desde que este vigués recibió el cheque fueron decenas los mensajes del presunto estafador pidiendo que activase el cheque y que el dinero estuviese en cuenta, acción que motivaría que el empresario inglés reclamase los 3.800 euros a mayores que había incluido en el talón "por despiste", cheque cuyo cobro fue negativo "viniendo devuelto como impagado". "La clave de la estafa ocurre cuando el banco de la víctima sí abona el cheque por anticipado previendo el buen fin del cobro, es ese momento en el que el supuesto estafador aprovecha para pedir el exceso de dinero y que este sea enviado a una cuenta de su agencia de viajes para confirmar el desplazamiento. Al ser devuelto el cheque, la persona ya no tendía posibilidades de recuperar su dinero", explicaba el propietario de este local vigués.

Como este hostelero, son muchos los afectados por este fraude hasta el punto de crear un blog en el que empresarios de Madrid, Valencia o Barcelona han ido relatando sus experiencias en estafas prácticamente idénticas.