Los primeros datos confirman las hipótesis. Lucía Vivar falleció de un fuerte golpe en la cabeza, tras el análisis forense realizado de urgencia a la pequeña. El informe descarta otras lesiones en el cuerpo, por lo que la opción más probable es que que fuera golpeada por el tren. Los investigadores, aunque no descartan nada todavía, consideran que Lucía, la niña de tres años que desapareció anoche en Pizarra y ha sido hallada sin vida esta mañana, murió accidentalmente.

Aunque las pesquisas siguen abiertas, fuentes cercanas al caso han asegurado a este diario que la inspección ocular del lugar donde ha sido localizada y del propio cuerpo hace pensar inicialmente a los agentes que la pequeña ha muerto como consecuencia de un golpe en la cabeza que el tren de Cercanías le ha dado al pasar por el punto de la vía, en el que la niña se había acurrucado tras pasar varias horas desorientada. Esta primera hipótesis se vería confirmada por la autopsia.

Según esta teoría, la niña se alejó del bar La Estación en el que sus padres estaban cenando anoche sin que estos se percataran y caminó sola los tres kilómetros de distancia que le separaban de la estación. A pesar de que un dispositivo de medio millar de personas la buscaba desde la medianoche, no ha sido hasta las 7.10 de la madrugada cuando el maquinista de un Cercanías que cubría la línea Álora-Málaga ha avistado el cuerpo de la cría sobre la vía y ha dado la voz de alarma.

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El propio secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, ha incidido en esta línea de investigación, señalando a un accidente ocurrido después de que la pequeña se desorientara.

"Parece que se impone la teoría del accidente por encima de cualquier otra", ha dicho Nieto en el Senado, donde ha descartado "en principio" la hipótesis de que Lucía fuera secuestrada.