Las denuncias por abusos sexuales a niños menores de edad derivaron el año pasado en una decena de juicios contra varones acusados de este ilícito. La Audiencia viguesa celebró un total de ocho vistas mientras que en Pontevedra se juzgaron otros cinco episodios contra la libertad sexual del menor, lo que supone una media de más un caso al mes. Y este arranque de 2017 tampoco se queda atrás, ya que en estos cuatros meses han sido seis los presuntos pederastas juzgados en las diferentes secciones de la Audiencia Provincial de Pontevedra. Estos ilícitos se encuentran tipificados en el artículo 183 del Código Penal y están castigados con penas que oscilan entre los dos años y los seis.

El abuso sexual se ha convertido en uno de los tipos de maltrato infantil más frecuentes. El último caso saltaba a la luz este viernes, con la detención por parte de agentes de la Policía Nacional de Vigo de un hostelero local, C.V.I. de 40 años, acusado de acosar y también cometer abusos sexuales a 15 menores, según informaron fuentes policiales. Los menores eran camelados y seducidos por el varón, natural de Porriño, gracias a los viajes que organizaba con los menores en su yate de lujo o a bordo de su imponente vehículo deportivo. También, en palabra de los agentes, los invitaba a comer en su propio restaurante para obtener su plena confianza y luego abusar de ellos.

Y es que es precisamente este perfil y no el de una persona bruta o agresiva el más habitual en los casos de abusos a menores. Así lo revela Inma Araujo, vicepresidenta de Amino, la Asociación contra el Abuso y Maltrato Infantil. "En la gran mayoría de los casos que atendemos el abuso se produjo después de crear una relación de confianza con el niño, por parentesco, o por acercamiento a su entorno o también por el hecho de hacer regalos o viajes a zonas de ocio o lugares de estudio. Su forma de actuar se basa en el chantaje y la manipulación", revela. Reconoce Araujo que cada día son más los niños que sufren abusos sexuales, hasta el punto de que "uno de cada cinco será víctima de este delito a lo largo de su infancia".

¿Y cómo se recupera un menor de esta situación? Depende de su temperamento. "No es lo mismo que le ocurra a un niño de 3 años, que sí podría volver a tener una vida normal que a jóvenes de ya 15 años que sí pueden sufrir trastornos de personalidad", apostilla la directiva de Amino, quien también destaca el papel fundamental que han jugado las redes sociales en estos episodios. "Aunque se han descubierto muchos casos de abusos a través de redes sociales, también se han podido denunciar gracias a las pruebas que deja", sostiene. Este ejemplo concuerda con la detención de este empresario de la restauración, quien presuntamente tenía a los 15 menores en un mismo grupo de WhatsApp al que enviaba fotos de carácter sexual e incitaba al visionado de películas pornográficas.