970 euros, ocho meses y un día sin poder conducir por territorio español, las costas procesales y dos días de calabozo. Es el precio que el camionero ruso detenido el sábado en Verín por conducir borracho y dando bandazos por la A-52 ha tenido que pagar por su negligencia. Teniendo en cuenta su versión en sede judicial, así de caro le ha salido el reencuentro con un viejo amigo con el que bebió "un poco de vino y una o dos cervezas", antes de volver a ponerse al volante del tráiler con el que zigzagueó por un tramo de 40 kilómetros de la autovía hasta que fue parado por las patrullas de Tráfico. Sextuplicaba la tasa de alcohol.

Vasyl S., de 44 años y residencia permanente en Portalegre (Portugal), fue arrestado el sábado y pasó el fin de semana en los calabozos de la Policía Local de la Verín. Ayer fue trasladado al Juzgado de Instrucción de esa villa, donde estaba citado para un juicio rápido como presunto autor de un delito contra la seguridad vial. El camionero acató su responsabilidad penal y las partes firmaron una sentencia de conformidad que le condena en firme a una pena de multa por importe de 720 euros y la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores en territorio español durante 8 meses y un día, además de imponerle las costas.

A esta condena se le suma la sanción administrativa por conducción temeraria. Esta multa implica 500 euros o 250 si se abona de forma voluntaria. El conductor ya hizo efectiva la sanción.

Tras el juicio rápido, Vasyl S. hizo declaraciones a la TVG y manifestó que "yo antes nunca bebía". Precisó que, sólo esta vez, "porque encontré a un amigo". Afirma que tomó "un poco de vino y una o dos cervezas".